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La cultura de donación de órganos y tejidos aún no permea en la sociedad queretana, señaló Irene García Hernández, coordinadora de Donación y Procuración de Órganos y Tejidos del Hospital General Regional No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro social (IMSS) en Querétaro.
En lo que va del año, sólo lograron donar tejidos 13 por ciento de los candidatos idóneos registrados en el hospital, es decir, aquellos que murieron por un paro cardiaco o a causa de muerte encefálica. Irene García expuso que de 499 defunciones registradas en dicho hospital durante ese periodo, 122 pacientes fueron potenciales donadores y de estos únicamente 16 hicieron las donaciones.
Todos ellos donaron córneas para ayudar a 32 pacientes que la necesitaban, abatiendo con ello la meta de donación establecida y ayudando a pacientes de San Luis Potosí.
Sin embargo, todavía quedan 144 pacientes en lista de espera de un riñón en este hospital, pues a nivel nacional la lista de espera de este y otros órganos y tejidos del seguro social, al corte de mayo de 2017, registraba 21 mil 385 pacientes.
De ellos, 13 mil 184 están a la espera de un riñón; 7 mil 462 de córnea; 367 de hígado; 52 de corazón; 10 de páncreas; seis de riñón y páncreas, y dos de hígado y riñón. Además, diario se suman a esta lista entre cinco y 10 pacientes con insuficiencia renal.
“Solicitamos que cuando sean donadores queretanos en la lista de espera, se dé prioridad a ellos”, puntualizó la médico. También señaló que a nivel nacional sólo dona sus órganos o tejidos 0.3 por ciento de las personas que fallecen.
La familia, el principal obstáculo
La médico explicó que en el camino hacia la donación, la familia del paciente difícilmente accede a la donación, muchas veces por falta de información, por creencias ideológicas o religiosas, o falta de consenso entre los integrantes. D
De acuerdo con el secretario de Salud en el estado, Alfredo Ginebra Farro, para que uno pueda ser donador debe dejar notariado su voluntad, de lo contrario será la familia quien autoriza dicha donación una vez que uno muera. “Tú les das la esperanza en decirles que puede vivir en otra persona, que él puede ayudar a otras personas, que puede salvar vidas. “Dentro de las desgracias hay un rayito de luz para otra gente, pero ellos están en su dolor y eso hace que se cierren”, apuntó Irene García.
Asimismo, comentó que incluso los pacientes que fallecieron en la espera de un órgano o tejido son los que más han donado, por ejemplo, los insuficientes renales que fallecen suelen donar córnea. “La gente que sufre o que batalla en la espera de algo es la que se abre y nos dice sí a la donación”, indicó.
Una pronta decisión
Muchas veces en la espera de que la familia del paciente decida donar los órganos o tejidos, éstos se deterioran y ya no son viables para un transplante.
Este año fue autorizada la donación de órganos de un paciente; sin embargo, la familia tardó en tomar la decisión, lo que hizo que los órganos perdieran la condición para ser transplantados.
“Al hacer la cirugía, los de transplantes se dieron cuenta que no eran viables porque se generó un absceso y eso condicionó que la cavidad se llenara de pus y los órganos así no pueden ser transplantados porque están infectados”, narró.
En otro caso, cuando los papás de una joven decidieron donar, el riñón ya padecía insuficiencia renal y el hígado estaba perdido, no obstante, donaron las córneas. “A veces la gente no nos entiende porque lo hacemos tan inesperadamente.
El tiempo es vital para que realmente podamos salvar una vida”, manifestó.
La heroica decisión de donar
Desirel Sánchez Villeda murió el 20 de mayo de 2012 a los 23 años. Estudiaba ingeniería en mecatrónica en la Universidad Tecnológica de Querétaro (UTEQ) y era una mujer saludable y trabajadora, así la describió su novio Josué Hernández.
El 19 de mayo a las 18:00 horas, Desirel sufrió un fuerte dolor de cabeza.
Al ser él paramédico, fue por ella en la ambulancia en la que trabajaba y al verla grave la llevo al área de urgencia del IMSS. Ahí fue recibida por los médicos, quienes en el momento le notificaron a Josué que el estado de su novia era delicado. “Fue un dolor de cabeza, algo súbito que no presentó ni horas ni días antes; cuando pasamos a urgencias y luego de los estudios, nos dicen que es posiblemente un aneurisma lo que pudo haber ocasionado el dolor y la hemorragia”, señaló.
Se le hicieron los análisis pertinentes y a las 23:00 horas de ese sábado se tomó la decisión de llevarla al Hospital Siglo XXI en Ciudad de México para hacerle más estudios y buscar la manera de poderla salvar.
Pero al siguiente día, a las 3:00 horas, le dieron la noticia de que tenía muerte cerebral, regresando a las 10:00 horas al Hospital del IMSS en Querétaro.
“Es entonces cuando se nos platica acerca de que es una posible candidata a la donación de órganos. “No sé si fue suerte o lo que haya pasado ese día, pero cuando a ella le da el dolor y todo esto que estaba pasando Desirel, también su mamá estaba recibiendo una cirugía en el estado de Hidalgo”, añadió el joven.
El único que tenía la facultad de tomar decisiones rápidas en ese momento era Josué, por lo que se le platicó la situación y él después planteó de manera telefónica a la mamá de Desirel sobre el estado irreversible en el que se encontraba su hija.
“Ya no se podía hacer nada por Desirel y es entonces que su mamá acepta la decisión de donar los órganos”, manifestó al explicar que el 21 de mayo inició la cirugía para donar el corazón, dos riñones y córneas.
Josue dijo que optar por sí donar los órganos y tejidos de su novia fue una manera de respetar lo que ella pensaba. “Lo único que yo puedo pensar es que cumplió con lo que ella tenía pensado.
Es algo que no solamente fue de su mamá, sino que ella en vida también manifestó esa parte. Como allegados nos hace sentir orgullosos de que cumplió y de que hizo una acción extraordinaria”, expresó. Cabe descartar que un año después de la muerte Desirel,
Josué se dedicó a dar pláticas sobre su experiencia para incentivar la donación de órganos, como una manera diferente de recordar a su novia. “Es la manera en que yo puedo contribuir, porque después del acto que dejó mi novia es cuando yo también veo que hay una necesidad en la población, veo que lo que hizo es algo heroico y pocas veces visto.
“El día que nos toque partir hay que dejar parte de nosotros para que demás personas puedan seguir viviendo o puedan tener una mejor calidad de vida”, afirmó.
Atorada la iniciativa
En febrero de 2016, el presidente de la comisión de salud de la Cámara de Diputados, Elías Octavio Íñiguez Mejía, presentó una iniciativa de ley que establece que todo ciudadano sea donador de órganos en potencia, a menos que firme con antelación el no consentimiento; sin embargo, a la fecha no ha paso por el pleno legislativo.
La coordinadora de Donación y Procuración de Órganos y Tejidos apuntó la necesidad de la ley para que las donaciones se hagan sin la necesidad de que la familia autorice dicho acto. “Necesitamos modificar las leyes porque se muere mucha gente a nivel nacional y muchos no están tomando la decisión de ser donador”, aseveró.
Irene García recomendó a quienes quieren donar que, si bien no es una garantía, platiquen con sus familiares más cercanos para que esto suceda, dejando de lado el tabú.
También sugiere portar una tarjeta con el deseo de donar órganos o tejidos, así como manifestar en la licencia de manejo esta disposición, sirve para que en algún momento, si no se habló de ello con la familia, ésta pueda decidir y autorizarlo.
Los esfuerzos a nivel estatal
Gobera Farro indicó que desde iniciada la administración estatal se trabaja para que pacientes adscritos a los servicios que ofrece la Secretaría de Salud puedan dejar notariada su voluntad de donar sus órganos y tejidos sin que deban ir a una Notaría Pública, sino que se haga a través de la misma dependencia.
Estos trabajos se realizan con diversas organizaciones y asociaciones relacionadas con la donación de órganos y tejidos a través del Centro Estatal de Transplantes.
