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La falta de atención del límite de personalidad (TLP) o borderline genera suicidios y quienes padecen este trastorno en Querétaro, enfrentan dificultades en la vida cotidiana como la indiferencia en las dependencias de salud, cuando acuden a recibir atención médica porque los tratan como “locos”.
Uno de los casos, es el de Georgina, quien desde hace tres años, cuando aparecieron síntomas de este trastorno mental, solicitó atención en el Centro Estatal de Salud Mental (CESAM), y lo que más recuerda de ese momento, es que el psiquiatra le dijo que era una “perdedera de tiempo”.
“Nunca me habían dado un diagnóstico, cuando dejé un tiempo el medicamento, fui a una crisis muy fuerte de ansiedad y en lugar de atenderme como se debía, me dijo que tenía un trastorno feo, que no se va a curar nunca, me dijo como muérete y no le haces daño a la comunidad”, mencionó.
Aunque estaba temblando y con ansiedad, ese psiquiatra la obligó a firmar un documento para internarla, sin embargo su familia lo evitó.
Y no le diagnosticaron alguna enfermedad en específico, sino que sólo le recetaron medicamento a pesar de que no le realizaron ningún estudio, “era tomar pastillas y pastillas”, platicó.
Por lo cual, acudió al área de Psiquiatría del Hospital General, en donde le recetan medicamento para ansiedad y depresión.
El psiquiatra que actualmente la atiende se llama Alejandro y pide el cambio para que alguien más la trate, ya que cuando acude por medicamento, ese profesionista la recibe con malos tratos y groserías, de las cuales su familia ha escuchado.
Georgina tiene 24 años de edad, es mamá de un niño y cada día busca un motivo para mejorar en la vida, está en un grupo de personas con el trastorno de límite de personalidad y semanalmente recibe pláticas en la iglesia, en donde siente más confianza y disminuyó la dosis del medicamento.
Otra de sus peticiones, es que las personas con TLP no sean tratados como locos, cuando buscan ayuda médica por otras enfermedades o temas como la baja presión, al lamentar que si se siente mal físicamente, no la revisan y le dicen que tiene anorexia o que se provoca los síntomas.
