Por: Alejandra Cueto
Apenas terminaba de percibirse el efecto del sismo del pasado 19 de septiembre, cuando jóvenes voluntarios del equipo de Cruz Roja Mexicana delegación Querétaro estaban congregándose para acudir a los lugares donde necesitaran de su ayuda.
Muchos de ellos pidieron permiso a sus centros laborales, dejando a un lado cualquier actividad que realizaban en el momento para sumarse a las labores de rescate.
Como muchos otros mexicanos y mexicanas, estuvieron dispuestos a arriesgar su vida.
De Querétaro partieron 70 personas, entre ellas tres binomios caninos, pues saben que la Cruz Roja es una de las instituciones en las que la gente confía y por eso también asumen un mayor compromiso.
Después de la una de la tarde con 14 minutos del 19 de septiembre se activó el centro de comando de emergencias que tiene la Cruz Roja en la Ciudad de México y conforme a los protocolos de actuación que tiene la institución.
A través de imágenes de satélite, vía área con helicópteros, del trabajo en campo que realizan las personas, en los primeros minutos después de los hechos determinaron cuántos elementos de apoyo requerirían a lo que se sumaron cerca de 550 brigadistas y 120 unidades.
El delegado en Querétaro y consejero nacional, Rodrigo de Villasante Herbert, reunió a su equipo, voluntarios igual que él, para ayudar. Los primeros que respondieron fueron Hidalgo, Querétaro y Estado de México con las brigadas de estructuras colapsadas, pues cuentan con expertos en búsqueda y rescate.
“Fue increíble la respuesta de los muchachos, todos pidieron permiso, citamos a las cuatro de la tarde y estaban listos. También tenemos binomios caninos, los perros son nuestros ojos y narices, nos dicen dónde buscar”, señaló. Llegaron alrededor de las ocho de la noche, primero a las calles de Laredo con Ámsterdam, luego los requirieron en la calle Álvaro Obregón y después en el Colegio Enrique Rébsamen.
Fueron 48 horas seguidas de trabajo de la mano con otros cuerpos de rescate.
De los más de 40 edificios colapsados en la Ciudad de México, 75 por ciento del equipo queretano intervino en rescate de personas con vida y en la recuperación de cuerpos.
Asimismo, agregó que después de esto la Cruz Roja tiene protocolos de desactivación, es decir, apoyo psicológico para quienes lo requieran, ya sea individual o grupal para que “desactiven” lo ocurrido.
Rodrigo de Villasante agradeció a la sociedad queretana y mencionó que son 129 mil kilos de ayuda y están por enviar otros 20 mil, donde incluso menciona que existieron también grandes donativos por parte de la comunidad de doctores que aportaron muchos consumibles médicos “quiero reconocer a los muchachos que me acompañaron y se jugaron la vida, no puedo describir lo que se vive”, señaló.