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Es necesaria una legislación que sancione las prácticas inapropiadas de comercialización de la leche de fórmula y la promoción de la misma por encima de la leche materna, indicó Elsa Fernanda Chávez Alabat, investigadora en lactancia materna de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ). Desde 1981 existe el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna, que establece requerimientos mínimos que los países deben cumplir para asegurar que recién nacidos reciban una nutrición segura y suficiente por medio de la lactancia materna.
Sin embargo, se observa que algunas compañías productoras de formulas infantiles, así como profesionales de la salud en México siguen sin cumplir dicho documento establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El código señala que ningún fabricante o distribuidor de leche de fórmula, así como institución, debe de promover algún alimento complementario para el recién nacido que no sea la leche materna.
Además, indica que las compañías productoras y distribuidoras de fórmulas no deben dar suministros gratuitos a hospitales y ofrecer incentivos financieros o materiales a los profesionales de la salud, a los miembros de sus familias o a las madres, quienes no deben aceptarlos.
Entre otras cosas, debe de enmarcarse que la leche materna es el mejor alimento por sobre cualquier otro producto que existe en el mercado y sólo se debe recetar en caso de ser necesario, resaltando que la lactancia materna debe sostenerse por lo menos seis meses.
“No se ha regularizado, no hay una sanción especifica puesto que a nivel legislativo no es una ley, por lo que no tiene cómo castigarse, solamente se pueden hacer llamadas de atención o recomendaciones, pero hemos visto que esto no basta. Una sanción tal vez pudiera ser parte de la solución”, aseguró la académica.
Panorama nacional
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública de 2012 muestra que México presenta las tasas más bajas de lactancia en Latinoamérica con sólo 14.5 por ciento de niños amamantados con leche materna de total de los recién nacidos, el resto recibían lactancia mixta o leche de fórmula.
Lo anterior pese a que 98 por ciento de las madres pueden amamantar y sólo en el dos por ciento restante se recomienda por médicos, según lo estimado por la OMS. De acuerdo con María Guadalupe Lovatón Cabrera, responsable de lactancia materna y bancos de leche humana en los servicios de salud en el estado de Querétaro, en 2015 a nivel mundial 39 por ciento de los recién nacidos eran alimentados exclusivamente con leche materna. Mientras que en Latinoamérica lo era 35 por ciento y en México, 30 por ciento.
Lovatón Cabrera indicó que arriba de 70 por ciento de las madres que son atendidas en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, el Hospital General del Jalpan de Serra, el Hospital General de San Juan del Río y el Hospital General de Cadereyta inicia su lactancia y la mantiene durante el seguimiento de su caso en el nosocomio.
Un 30 por ciento restante de las madres que son atendidas en los cuatro hospitales de la Secretaría de Salud estatal alimenta a su bebé con fórmulas, ya sea por decisión propia o por prescripción médica, cuando en 2013 sólo 60 por ciento mantenían la lactancia materna.
Estos hospitales registran 21 mil nacimientos al año, más de 50 por ciento nacen en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, cuatro mil en el del San Juan del Río, tres mil 500 en el de Cadereyta y mil 700 en el del Jalpan.
“Hay que esperar que nunca los intereses comerciales superen a la salud del niño y que sepamos que primero hay que promover la lactancia materna”, manifestó.
Por su parte, Manuel Ruiz López, delegado en Querétaro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indicó que más de 65 por ciento de las madres atendidas en esta dependencia logra dar leche materna a sus hijos durante un periodo de seis meses, sin embargo, la meta es llegar arriba de 90 por ciento.
Factores que impiden la práctica
El principal motivo por el que algunas mujeres no amamantan a sus bebés es que no quieren enseñar sus senos en público, ya que tienen una connotación sexual, indicó Concepción Toledo Hernández, directora de la Liga de la Leche en el estado de Querétaro.
Coincidió con otros especialistas que otros factores que desmotivan a dar leche materna son la falta de apoyo e información sobre los beneficios de la lactancia y los riesgos que conlleva dar leche de fórmula.
La desinformación se ve tanto en madres como en personal de salud, haciendo que no transmitan lo necesario promover la lactancia.
Asimismo, indicaron que los empleadores no tienen los espacios adecuados para que una mujer pueda extraerse la leche y almacenarla para su hijo una vez que llegue a casa, ocasionando que las madres pueden optar por dos periodos de 30 minutos para extraer leche en el centro de trabajo o salir una hora antes de laborar. “Cuando una mujer fracasa en la lactancia no nada más es el fracaso de esa mujer sino de toda la sociedad que no ha sabido apoyarla”, asevero Concepción Toledo.
Mientras tanto, Manuel Ruiz indicó que la comodidad de usar biberón también abona a que las madres dejen de dar leche materna a sus hijos.
Luchó contra las circunstancias
Cuando Úrsula Abril Guzmán Guerra dio a luz a su hijo Javier, quien tiene seis años de edad, no logró completar la lactancia materna debido a su inexperiencia, al poco apoyo de las personas cercanas a ella y su condición de trabajadora. Pero poco después, la médico de profesión analizó la situación y se dio cuenta que todas esas circunstancias podían ser enfrentadas y cuando supo que estaba embarazada de su hija Aranza, de un año 10 meses, decidió practicar una verdadera lactancia materna.
Úrsula se hizo de un extractor de leche, un termo, congelantes y con los conocimientos necesarios para garantizar la extracción, siguió el almacenamiento, transporte y proceso de congelación de la leche para luego proporcionársela a Aranza cuando no podían estar juntas.
Esfuerzos a nivel estatal La máxima casa de estudios del estado y la Secretaría de Salud realizan un estudio para identificar las prácticas de alimentación materna y complementaria en niños recién nacidos, lo que está en fase de validación, a través del patrón que presenten los menores antes de los seis meses de edad.