A casi cincuenta años de que inició el impulso de esculpir cantera en Escolásticas, Pedro Escobedo, este trabajo conforma la actividad económica de mayor importancia para la población de esta y al menos tres comunidades más, por lo que el trabajo de los llamados “cantereros”, alcanzó fama en prácticamente todo el país e incluso Estados Unidos.
Según indicó el delegado de la comunidad, J. Carmen Camargo, los 120 talleres que operan actualmente en Escolásticas dan trabajo a por lo menos 360 personas, y de este modo, son más de 200 familias las que dependen de este oficio.
Desde la década de 1970, por petición del propietario de la hacienda, se instruyó el oficio a seis hombres que habían sido contratados para elaborar los detalles en este material para el casco de hacienda. Fue de ahí que, poco a poco, empezó el auge del tallado de cantera.
Justo Bocanegra, Francisco González, Jesús González, Juan Bocanegra, Joaquín Bocanegra y Sebastián Carrillo fueron los primeros en aprender este oficio y adoptarlo para el sustento de la familia.
Con el paso de los años, enseñaría esta labor a las nuevas generaciones y más habitantes. “Comenzó en el 70, eran cuatro personas, tal vez cinco. En ese año empezaron a reconstruir la hacienda y el dueño les trajo a dos o tres personas que les enseñaron. Después de esos señores, se enseñó la demás gente. Luego se abrió el camino y todo empezó a levantar”, relató el delegado.
La apertura de la carretera 415, y la compra de equipos especializados para este trabajo, los artesanos y escultores de la localidad lograron incrementar su producción a mediados de la década de los años 80, lo que eventualmente convirtió a este oficio en parte de la identidad del lugar.
“La maquinaria fuerte comenzó más tarde, apenas por el 85, se empezó a trabajar con maquinaria, anteriormente todo era a mano, pero empezó a rendir más el trabajo y venían los arquitectos con más ganas”, dijo.
Comunidades como Dolores de Ajuchitlancito, La Ceja, La Purísima y San Cirilo, se fueron sumando a estas actividades a través de la contratación impulsada por los dueños de los talleres instalados en el acceso principal.
Suman 4 los talleres que exportan piezas a Estados Unidos, aunque la mayoría de los artesanos han llevado su trabajo a otras entidades de la República.
SIG