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El gobernador del Estado, Francisco Domínguez Servién, así como el secretario de Gobierno, Juan Martín Granados Torres, y el presidente municipal, Mario Calzada Mercado, asistieron a la misa exequial, encabezada por el Obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz, para pedir por el eterno descanso de los seis peregrinos fallecidos la madrugada de este domingo.
En la ceremonia de cuerpo presente oficiada en la comunidad de San Rafael, el Obispo pidió a los habitantes de la localidad alegrarse por los peregrinos que terminaron su recorrido por la vida para que intercedan por sus allegados.
Asimismo los invitó a mantenerse en la fe, al tiempo en que aseguró que esta prueba llama a la voluntad de seguir caminando hacia el Tepeyac para vislumbrar a la Virgen de Guadalupe, para dar testimonio de fe y amor a la Virgen Morena.
El obispo también pidió por los que resultaron heridos y por las familias que se quedaron desamparadas y en la tristeza, pues una pérdida no tan fácilmente se asimila, consideró.
Aseveró que la peregrinación es un momento en la que los feligreses caminan alegres, pese a los peligros a los que pudieran enfrentarse, por lo que seguirán poniéndose en las manos de Dios, quién ofrecerá un consuelo que difícilmente con palabras humanas se puede dar.
Al finalizar la misa, las autoridades estatales y municipales se acercaron a los familiares de los peregrinos fallecidos a dar el pésame por la pérdida de sus seres queridos.
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