El obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz, lamentó el asesinato de la niña otomí Araceli García Blas, de este municipio, y consideró que el pendiente para las autoridades, es aplicar la justicia y evitar que suceda otro caso.
Luego de que la pequeña fue violada y asesinada en San Ildefonso, el obispo mencionó que este hecho provocó dolor en la población en general, el cual espera que tenga pronta justicia.
“Todos lamentamos este tipo de situaciones que provocan dolor no solamente en la familia, con la cual nos solidarizamos, sino en toda la comunidad de Amealco, la comunidad indígena que le duele esta pérdida de una niña inocente y nuestro deseo es que esto no se repita, que estos hechos lamentables no se permitan y que en éste y en todos los casos, la justicia sea pronta”.
Puntualizó que la prioridad de los gobiernos, debe de centralizarse en la defensa de la familia.
“Por eso decíamos que es una prioridad de los gobiernos, la defensa, la custodia de la familia y ciertamente hay autoridades que tienen la gran responsabilidad de custodiar también con vigilancia y de ayudar a las familias, en los slogan que a veces se ponen la familia, por ende ahí está el reto. Nos lleva a seguir con mucho interés, previniendo cualquier situación semejante”.
Antecedentes
Según las declaraciones de familiares y conocidos de la víctima, el presunto delincuente se comunicó con la menor a través de un celular, medio que utilizó para citar a Araceli con engaños.