Decenas de familias resultaron afectadas tras la caída de granizo en la comunidad Tunamanza, ya que este fenómeno provocó la caída de techumbres, reblandeci-
miento de algunos muros y pérdida de aves domésticas, así com daños a las parcelas.
Tras el paso de este fenómeno meteorológico, que duró cerca de una hora y arrojó granizo de has-
ta cinco centímetros de diámetro, se registraron daños para prácticamente la totalidad de las 120 familias que radican en esta zona, según reportaron los habitantes y las autoridades ejidales, por lo que pidieron que se declarara zona de desastre.
Lo que calificaron como una tromba atípica, ya que en al menos 30 años no se ha registrado una similar, derribó al menos 10 techumbres y dañó cerca de siete vehículos, según el reporte de la Unidad Municipal de Protección Civil, sin embargo, los daños provocados a los huertos familiares, frutales y parcelas suponen un riesgo para el sustento de varias familias.
Durante las primeras horas desl sábado, el granizo cubría aún los caminos y milpas de esta comunidad, por lo que varias familias solicitan la intervención de las autoridades municipales, estatales y federales.
“Hay que tener cuidado. A mi hijo, mi nuera y un niño recién nacido, los sacamos en la tormenta, si no ahí hubieran quedado”, comentó Jenaro Valencia Maqueda, uno de los habitantes, tras haber mostrado los restos de una de las habitaciones en su casa, cuyo techo de lámina de asbesto colapsó.
Este material es un componente común entre las casas de esta zona, lo que causó que varias familias registraron daños a una o más habitaciones de sus viviendas, así como electrodomésticos, camas, aparatos y otros bienes afectados por la humedad.
“Se cayó la lámina, se mojó la máquina de soldar y el agua se metió al cuarto donde guardamos el maíz. Las láminas no pudieron con el granizo, se vencieron y se fueron para abajo”, señaló Alejo Valencia
Anaya, otro de los afectados
A pesar de que las autoridades afirmaron que en el recorrido realizado por funcionarios no se reportaron lesionados, los habitantes señalaron que uno de los habitantes presentó una herida abierta en la mano por el golpe de un granizo, y otro más cayó desde al menos un metro de altura al intentar proteger su patrimonio.
“No podíamos abrir las puertas, el techo de nosotros de plano se fregó todo; era de madera y los muebles se dañaron. La verdad nilos saqué porque están dañados”, afirmó otra de las habitantes.
Algunas familias encontraron debajo de las capas de hielo los cuerpos de gallinas que fueron golpeadas durante la tormenta. Porfiio Barrón Trejo, integrante de este ejido, reportó la muerte de al menos 10 gallinas.
Lo mismo ocurrió con incontables aves silvestres, como cenzontles, torcasitas y gorriones que quedaron despedazados tras esta tormenta.