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El padre Gustavo Licón Suárez, señaló que todos los días acuden ciudadanos a consulta en la Diócesis de Querétaro porque se tienten poseídos, y ejemplificó que de 50 personas, solo una requiere de un exorcismo.
“Algunos otros con una buena confesión que quedarán libres de todo eso que han buscado, algunos otros con una adecuada orientación o atención médica, entre 40 y 50 personas, a una es a las que se les da seguimiento”, refirió.
Señaló que la Diócesis de Querétaro cuenta con un grupo de 6 sacerdotes especializados en exorcismos, el cual está encabezado por el padre José Guerrero, ubicado en Casa Blanca.
“Todos los días acuden personas a consulta, no necesariamente porque necesitan un exorcismo, el padre José Guerrero, en coordinación con un grupo de sacerdotes y laicos proceden a hacer el discernimiento. No todos necesitan un exorcismo, en base al discernimiento de 30 o 50 personas que acuden a una consulta, en el proceso de discernimiento una persona necesitará ser exorcizada”, dijo.
Dejó en claro que para poder hacer un exorcismo es necesario realizar una evaluación psicológica, médica y espiritual.
“Hay que hacer una evaluación psicológica, que no haya un daño neurológico, se tienen que hacer algunos test, acudir a una cuestión médica y viene el discernimiento espiritual, si es de índole sobrenatural se procede. Si no se canaliza a algún tratamiento”, indicó.
Causas
El párroco refirió que una de las principales causas de las posesiones demoniacas es el culto indebido a la muerte, promesas o ritos satánicos, aunque aclaró que en Querétaro, no tienen identificadas las zonas con este tipo de actividad.
“Una de las puertas principales es el culto indebido a la muerte. Sobre todo son ritos satánicos, es además promesas a la muerte, algunos dicen: Voy a vender mi alma al diablo, pareciera insignificante pero la consecuencia espiritual es terrible, las personas comenzarán a tener ilusiones, a manifestaciones un tanto sobre naturales que empiezan a tener perdida de la razón, alteraciones en la conducta motorea”, advirtió.
Añadió que cuando una persona comienza a sentir manifestaciones extrañas, acude a los sacerdotes.
“Es cuando ya les entró el miedo y buscan a un sacerdote que les auxilie, a todos se les ha auxiliado, no todo aquel que acude es porque necesita un exorcismo, se tiene que hacer todo un discernimiento a partir de una liberación, reconocimiento de Dios en sus tres divinas personas, profesar la fe católica y el arrepentimiento, la confesión, por eso mucho cuidado, no es cosa de juego”, finalizó.