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Estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), desarrollaron un sistema que mediante señales bioeléctricas permite la detección oportuna de posibles daños auditivos en neonatos.
Los alumnos comentaron que el proyecto busca ofrecer una tecnología de bajo costo, con menos complicaciones técnicas en su utilización y adaptado a las condiciones de aislamiento sonoro que requiere este tipo de estudios.
El estudiante, Francisco Espinosa Pineda, explicó que la idea surgió tras un trabajo de investigación enfocado en conocer las carencias en el país en materia de diagnósticos oportunos y efectivos; ello, en materia de problemas de audición en neonatos, que en la mayoría de los casos son detectados de manera tardía.
“Como parte de nuestros estudios de maestría, empezamos a buscar necesidades en el ámbito médico, específicamente en la detección de daño auditivo, porque es la capacidad sensorial más grande que tiene el ser humano. Ahí comenzó nuestra inquietud de enfocarnos en ofrecer una alternativa ante esta necesidad”, señaló.
En entrevista para la agencia informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el alumno afirmó que a diferencia de otros padecimientos, los trastornos auditivos deben detectarse antes de los seis meses de edad para poder ser revertidos.
Sin embargo, subrayó que en México no existe la infraestructura necesaria ni personal especializado suficiente para la detección oportuna.
En ese sentido, explicó que estos trastornos son evidentes años después, hasta que los niños muestran problemas en el lenguaje hablado y aprendizaje.
Sostuvo que para llevar a cabo dichos estudios se requiere un cuarto aislado, una cabina acústica, personal especializado, además de que hay que tomar en cuenta que este tipo de equipos sólo se encuentran en las grandes ciudades, por lo que gente de las comunidades no tiene acceso a ellos.
Por ello, el estudiante indicó que al considerar dicha situación decidieron diseñar una tecnología que bajara el costo y que fuera accesible para que cualquier persona con un mínimo conocimiento técnico pudiera manejarla.
A su vez, el estudiante, David Omar Enríquez López, describió que este sistema consiste en una integración de tecnologías, que son una cabina diseñada para neonatos, así como un audiómetro para la medición de señales bioeléctricas que se obtienen mediante electrodos colocados en la cabeza del paciente.
“Esta prueba de audiometría se realiza mediante potenciales evocados auditivos de estado estable, se envía un estímulo sonoro a ciertas frecuencias y decibeles al cerebro del paciente, a través de electrodos colocados en ciertas zonas de la cabeza, con lo que se obtienen lecturas, y mediante métodos estadísticos se puede determinar cuál es el daño auditivo en la persona”, abundó.
Las señales que son recibidas se visualizan en una computadora mediante un audiograma, que es una gráfica donde se obtiene la frecuencia que se utilizó y los decibeles que se requirieron, lo que permite determinar si existe daño en el oído del paciente, afirmó.
En tanto, el estudiante, Óscar Miranda Puebla, precisó que la siguiente etapa es presentarlo en el Centro Nacional de Metrología (Cenam) para la validación del aislamiento del ruido en la cabina del sistema.