El estado de Querétaro forma parte de una ruta de trata de persona trazada a lo largo del país, afirmó la periodista Lydia María Cacho Ribeiro, de acuerdo a las investigaciones que ha hecho como parte de su profesión.
“Desde hace muchos muchos años, desde que yo escribí el libro Esclavas del poder, tenía clarísimo que Querétaro y San Luis Potosí son parte de una ruta importantísima de trata de personas”, aseveró la comunicadora.
Durante una conferencia que otorgó en Hay Festival Querétaro, Cacho Ribeiro respondió al cuestionamiento de una ciudadana preocupada por la indiferencia de la sociedad ante temas como la trata y personas desaparecidas.
En este sentido, criticó la pasividad del gobernador Francisco Domínguez Servién para enfrentar estas problemáticas, así como la respuesta que dio al padre Alejandro Solalinde al denunciar la existencia de víctimas de trata de la entidad.
El padre Solalinde habló, durante una visita al estado de Querétaro, sobre nueve casos documentados de víctimas de trata de personas, originarias de la entidad, que fueron rescatadas por sus familias y que pidieron ayuda al sacerdote.
Ante esto, el mandatario estatal exhortó a Alejandro Solalinde a denunciar ante las instancias correspondientes estos hechos a lo que la periodista respondió que no es responsabilidad del sacerdote hacerlo.
Por el contrario -dijo- es responsabilidad del gobernador llamar a las instancias de procuración de justicia para detener la trata y evitar una pérdida monumental de niñas, niños y jóvenes a quienes eventualmente se llevarán a estas redes.
“Una pregunta que yo tendría para el gobernador sería: ¿Qué intereses tiene o a qué grupo criminal protege usted para no mandar y detener a estos líderes?, quienes están perfectamente identificados y que secuestran niñas, niños y jóvenes para trata de personas, particularmente para explotación sexual, comercial y laboral”, cuestionó.
“¿Qué tipo de liderazgo, compadrazgo o alianza tiene usted, con qué grupo criminal, para impedir que haya justicia en este estado?”, añadió Lydia Cacho. En este sentido, la periodista dijo que la indiferencia de la sociedad ante este tipo de casos es casi siempre el resultado del miedo.