Por: Alejandra Cueto
Las fachadas de dos casonas del Centro Histórico colapsaron debido a la lluvia del lunes pasado, por las autoridades del municipio de Querétaro acordonaron la zona y no reportaron lesionados.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de su delegado, Manuel Naredo, añadió que es difícil detectar los daños de las casonas antiguas, pero exhortó a los propietarios de construcciones de antes del siglo XX a darles mantenimiento, puesto que con las lluvias se agravan los riesgos de deterioro.
Por su parte, Manuel Velázquez Pegueros, secretario general de Gobierno en la capital, aseguró que realizarán actividades para verificar las condiciones de las 70 viviendas que el INAH identificó con estas características en la zona de monumentos del Centro, y evitar accidentes.
“Llevaremos a cabo una visita para saber si están habitados, si no lo están, y también las afectaciones a la vialidad, en caso de que ocurra un evento como el que hoy tenemos”, dijo.
En el caso de lo que ocurrió el lunes pasado, añadió que no hay afectaciones a la integridad de las familias que habitan los inmuebles, y se trató de la bardas y las fachadas, pues datan de hace mucho tiempo, e incluso el material de construcción es de adobe.
“Son casonas muy antiguas y con la humedad, con la lluvia, hubo un desvanecimiento”, además destacó que en primera instancia buscarán los propietarios de las viviendas para informarles de la situación y de los riesgos.
Las viviendas afectadas están en la calle Ignacio M. Altamirano, entre las calles Reforma y 20 de Noviembre en el Centro Histórico, y tanto la Unidad Municipal de Protección Civil como la Secretaría de Servicios Públicos Municipales realizaron trabajos en la zona para despejar los escombros y retirar algunas partes de la estructura que podían desprenderse.
En el sitio habitan cuatro personas en una casa, y seis otras.
Alerta INAH ante lluvias
Manuel Naredo Naredo explicó que la lluvia causa mayores estragos a los inmuebles que no están debidamente protegidos, y que no les dan el mantenimiento que se debe.
Tal y como ocurrió con las viviendas en la calle de Altamirano, que el deterioro en un muro no fue reparado en su momento y fue humedeciéndose, al interior fue realizada otra obra e incluso no existió un mantenimiento adecuado en las salidas de agua.
Por ello, se exhortó a que se tomen las precauciones correspondientes, y de requerirlo, que acudan a las instalaciones de la dependencia para asesorías.
El funcionario detalló que estas casas son particulares, por lo que estas tareas corresponden a sus propietarios.
El INAH ha detectado estas casonas en inspecciones que han realizado por fuera, por lo cual es difícil dar un diagnóstico certero de sus condiciones.
“Es muy difícil determinar algo así, generalmente este tipo de daños pueden no ser visibles desde el exterior, en el caso de Altamirano ya acudió personal del centro INAH para dar asesoría sobre los trabajos de prevención para que el daño no siga aumentando. Al muro le entraba humedad, por eso es complicado determinar en dónde puede haber un mal mayor”, señaló.
Anteriormente en la calle Filomeno Mata y Primavera apoyaron en asesorías para la intervención de un muro, en el que había riesgo, en Filomeno Mata y Primavera.
“Nunca apareció el propietario, ni antes, ni después de que se intervino”, pues, añadió, muchos inmuebles están abandonados o intestados. “Hemos hecho revisiones y dicho a través de las áreas de protección civil del municipio y de estado sobre estos inmuebles que tienen un deterioro más grande, y hay una especial atención, nosotros no podemos tomar medidas”, aseguró.
El INAH se ocupa del patrimonio histórico, pero están abiertas las puertas para asesorías.