La máxima casa de estudios del estado ofreció una propuesta de aumento salarial del tres por ciento al Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad Autónoma de Querétaro (STEUAQ) durante la segunda audiencia del emplazamiento a huelga, propuesta que más tarde la base rechazó en asamblea general.
Laura Leyva Saavedra, dirigente del STEUAQ, indicó que entre los argumentos manifestados en la asamblea está el que esta propuesta es menor al tope salarial otorgado al Sindicato de Trabajadores y Empleados Universidad Nacional Autónoma de México (STEUNAM) -el cual fue de 3.4 por ciento-, así como al aumento de la canasta básica.
“Fue el rechazo total a la propuesta que ofrece la Universidad Autónoma de Querétaro. Es mucho menor al tope salarial que incrementó el STEUNAM y el aumento a la canasta básica es mucho mayor. Entendemos la situación por la que atraviesa la universidad, pero en realidad no satisface para nada las necesidades de los trabajadores”, afirmó.
La secretaria general indicó que este jueves el STEUAQ revisará las respuesta que otorgó la Universidad respecto al pliego petitorio referente a la revisión contractual, en una reunión que realizará con la autoridad universitaria, asegurando que la institución académica no respondió a todas las peticiones hechas por el Sindicato.
El abogado general de la Universidad, Gerardo Pérez Alvarado, indicó que el STEUAQ hizo entre 20 y 25 propuestas referentes a la revisión contractual, siendo que la gran mayoría implica un incremento de personal -como pasar de cinco a siete secretarios- así como pasar de una cuota mensual de 12 mil 500 pesos a 20 mil, entre otras.
También pide tanto la adquisición de equipo y mobiliario como exención de pago para cursos, diplomados y maestrías, sin embargo, respecto a este último punto refierió que es un tema cumplicado, ya que estos programas académicos son ingresos propios de cada facultad, las cuales deciden por si mismas el manejo de sus recursos.
El Contrato Colectivo de Trabajo también habla de exenciones de pago de impuestos gubernamentales, para lo cual la Universidad tendría que pagarlos, lo que a decir Pérez Alvarado es complicado para la institución académica por su situación económica, asunto por el que están pasando incluso otras universidades.
“La rectora tiene un compromiso de austeridad en donde vehículos, gasolina, transporte, teléfono, es a cuenta de cada uno de nosotros. Cómo vamos a variar esa circunstancia con un sindicato. Es verdaderamente complicado, son situaciones que se traducen en dinero y en ese tenor seguimos platicando de ello”, señaló el abogado.