La tala clandestina es uno de los grandes problemas que afecta la biodiversidad en la Sierra Gorda, una práctica ilegal que ni siquiera representa un negocio comercial redituable para los taladores.
La directora general del Grupo Ecológico Sierra Gorda, Martha Isabel Ruiz Corzo, informó que la tala es una explotación ignorante, que no deja ganancias considerables a los felones a la ecología.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, la activista señaló que sólo 25 por ciento de los árboles talados en la Sierra Gorda son medianamente aprovechados por los taladores.
“Si tomamos en cuenta que un talador invierte en el viaje a la Sierra Gorda, el traslado del equipo para la tala, adentrarse al bosque pagar a su personal y otros gastos, el ilegal negocio no es rentable”, puntualizó Ruiz Corzo.
Reiteró que solo una cuarta parte de los árboles talados es aprovechada, el resto de queda en el sitio: “no es rentable el negocio y el daño ambiental es de gran magnitud”, refirió la ecologista.
Consideró que el cambio climático también es un punto a considerar en materia ambiental, donde la población de México y el mundo juegan un papel fundamental.
En ese sentido, expuso que cada debe adoptar una cultura de cuidado y respeto al entorno natural, a fin de heredar un mundo mejor a las futuras generaciones.
Manifestó que los gobiernos deben adoptar nuevas políticas públicas de corte ambientalista, pero también los ciudadanos deben poner de su parte y evitar prácticas comunes, del día a día, que dañan la ecología, la flora y la fauna.
“Por eso estamos padeciendo los efectos del cambio climático, pues no hemos tenido la sensibilidad como sociedad de asumir un compromiso con nuestro mundo natural”, hizo hincapié.
La Reserva de la Biosfera Sierra Gorda es un área natural protegida, ubicada en el centro de México, específicamente en el noreste del estado de Querétaro, y cubre aproximadamente la tercera parte de éste. Fue creada por decreto presidencial el 19 de mayo de 1997.