Estudiantes y docentes del posgrado en Mecatrónica que se imparte en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), campus San Juan del Río, desarrollaron un sistema de procesamiento de imágenes termográficas para detectar de forma oportuna el cáncer de mama, enfermedad que en México es la primera causa de muerte en mujeres.
Luis Alberto Morales Hernández, catedrático e investigador de la Facultad de Ingeniería, comentó que aunque la cámara termográfica es ya un instrumento utilizado en el diagnóstico de enfermedades, el protocolo y el software para el análisis automático de las imágenes son 100 por ciento UAQ.
Señaló que la mastografía puede detectar cáncer hasta siete años después de iniciado el proceso de mutación celular, mientras que con la termografía este plazo se disminuye a dos años del inicio de la enfermedad.
El método termográfico, abundó, es capaz de detectar la variación de temperaturas en los senos, lo que puede ser señal de una anormalidad celular, aún si no han aparecido bultos o si no se presenta ningún síntoma visible.
“Los tumores cancerosos y tejido pre canceroso tienen mayor temperatura que el tejido normal, ya que presentan actividad metabólica diferente y abren los vasos sanguíneos existentes”, explicó.
“La termografía nos permite obtener una representación numérica de la radiación emitida por el cuerpo humano”, dijo Morales Hernández.
El método desarrollado y patentado por los miembros de la comunidad UAQ consiste en un sistema y una interfaz de segmentación automática de los senos, además de un protocolo para la toma de imágenes termográficas para lograr una estandarización e incrementar la efectividad del diagnóstico temprano.
El 83.3 por ciento de las muertes por cáncer de mama pueden ser evitables si el padecimiento es detectado a tiempo, pero sólo 22 por ciento de las mujeres mexicanas entre 40 y 60 años de edad se realizó una mastografía en el año 2010.
En tanto, sólo el 10 por ciento de mujeres indígenas se han realizado una mastografía en su vida, indicó el catedrático universitario.
“El sector salud en México eroga de forma anual más de 74 mil pesos por cada caso de cáncer de mama que se encuentra en la etapa I y más de 199 mil pesos cuando la paciente ya esta en etapa IV, lo que representa un problema de salud pública”, explicó.
El académico señaló que las ventajas de la termografía es que el estudio se realiza sin contacto físico, es indoloro –al contrario de la mastografía-, sin radiación dañina hacia la paciente y se puede aplicar a mujeres jóvenes.
Actualmente, este método de detección por medio de cámara termográfica se aplica en la clínica ENSAIN de la Facultad de Enfermería, campus San Juan del Río, y en algunos eventos en coordinación con Grupo Reto, además del Hospital General de San Juan del Río.
A la fecha se han aplicado estudios a 454 voluntarias, con más de tres mil termografías.
La efectividad del método, que además ya es totalmente automático gracias al software universitario, asciende al 80 por ciento. Y ya fue registrado ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor, puntualizó.