Por omisión de cuidados o agresiones físicas severas, hasta 25 menores son retirados cada mes de sus núcleos familiares, según datos recabados por la Subprocuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, señaló el conferencista Manuel Hernández Rodríguez.
Indicó que cada año se registran al menos mil expedientes por casos de maltrato infantil u omisión de cuidados en todo el estado; sin embargo, cada mes entre 15 y 25 casos requieren la intervención por parte de las autoridades debido a la gravedad de los daños causados a los menores en ambientes tóxicos al interior de sus hogares.
“Los delitos más comunes son omisión y violencia familiar (…) de manera estatal estamos hablando de que son aproximadamente mil asuntos de violencia, sumando todas las estadísticas (generadas por los Sistemas Municipales del DIF)”, estimó.
Indicó que esta cifra se ha mantenido prácticamente en los años recientes, con variaciones inferiores a 10 por ciento en las estadísticas registradas cada año.
El especialista en temas de la infancia, precisó que en los casos de menores que son retirados de sus núcleos familiares para garantizar su integridad, usualmente es la Fiscalía General del Estado la que solicita la intervención de esta subprocuraduría, en cuanto se detectan conductas que los lesionen física, emocional o psicológicamente.
Estimó que de estos casos, alrededor de 85 por ciento son reintegrados con familiares que acrediten contar con las condiciones necesarias para garantizar el desarrollo sano de los infantes.
“Alrededor de 85 por ciento son reintegrados con familiares idóneos, quienes se someten a valoración.
“Nosotros nos quedamos con aquellos que no tienen una familia que pueda hacerse cargo de ellos”, afirmó Hernández Rodríguez sobre los niños que protege la autoridad .
Detalló que en estas situaciones se da prioridad a evitar que los menores estén expuestos a su agresor, por lo que usualmente se colocan con familiares como abuelos o tíos, quienes se responsabilizan.