De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de medio camino 2016, 13 millones de mexicanos viven con diabetes tipo 2, de los cuales, 6.4 millones han sido diagnosticados y sólo 25 por ciento de esta población diagnosticada se encuentra bajo un control adecuado. Además, en 2015 se registraron casi 100 mil muertes prematuras debido a un mal control de la diabetes.
En conferencia de prensa, la directora ejecutiva de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C., Gisela Ayala, indicó que además del reto de disminuir su incidencia, existe el reto de educar a los que ya viven con diabetes y para lograr que tomen decisiones informadas y evitar el desarrollo de complicaciones por falta de control.
“La educación en diabetes es el tratamiento, ya que incluye un grupo de 7 acciones en favor del paciente como son comer saludablemente, mantenerse activo, medir los niveles de glucosa, seguir el tratamiento médico, aprender a enfrentar retos cotidianos, reducir riesgos y tomar una actitud positiva, además del tratamiento farmacológico y la atención integral de parte de un grupo de distintos especialistas que lo acompañan en su control”, declaró Gisela Ayala.
La nutrióloga clínica, Karen Czacki habló sobre la importancia que tiene la nutrición y el ejercicio en la diabetes, quien afirmó que hoy en día existen medicamentos innovadores en el mercado el estilo de vida, es crucial para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
“Debe tenerse un plan integral de ejercicio, alimentación, apegarse al tratamiento, incluso para muchas personas con diabetes tipo 2, la clave es la pérdida de peso para reducir los niveles de glucosa, colesterol y presión arterial”.
Por último, el doctor Valentín Sánchez, endocrinólogo del Hospital General de México, habló de la importancia que tiene el perfil de cada paciente en la selección del tratamiento y de las terapias más innovadoras para el control de la diabetes tipo 2, como los inhibidores de SGLT2 (iSGLT2), que se administran vía oral, ofreciendo un mayor apego al tratamiento.
Destacó que “a diferencia de los fármacos antidiabéticos tradicionales, los iSGLT2 no dependen de la acción de la insulina ni de la capacidad del cuerpo para producirla sino de limitar la reabsorción de glucosa al cuerpo. El transportador de sodio y glucosa 2 (SGLT2) es responsable de la reabsorción de glucosa y al inhibir su acción se reabsorbe menos glucosa y aumenta la excreción urinaria de la misma, logrando así un mejor control glucémico”.