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La permanencia de Yeidckol Polevnsky como dirigente nacional hasta el próximo año, la renuncia al 50 por ciento de las prerrogativas que recibirán durante 2019 y la creación de un Instituto de Formación Política fueron los principales temas que cambiaron en la vida interna del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Desde temprano, los morenistas comenzaron a ingresar al deportivo Reynosa, en la delegación Azcapotzalco, al norte de la capital del país, para su quinto Congreso Nacional Extraordinario.
La mala organización y la presencia del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, abarrotaron los espacios, incluso algunos legisladores electos no alcanzaron a ingresar, formados como gritaba la gente ante cualquier intento de llegar al lugar.
Cerca de las 11:00 horas ingresó el presidente electo de México, y ello provocó que la masa comenzara a moverse nerviosa, porque no podía entrar.
Un grupo de apenas unos 20 jóvenes intentaba controlar los accesos; de pronto, alguien gritó: !ya déjenos entrar o entramos a huevo! De las palabras pasaron a los hechos. Las barreras cedieron con facilidad y unas 200 personas pasaron ese primer filtro, sólo para llegar a un segundo más rígido.
Adentro, el presidente electo iniciaba su discurso recordando a luchadores sociales, políticos, intelectuales y periodistas que, dijo, antes había olvidado mencionar y ahora corregía su error. “Aunque faltaron muchos que seguramente se irán sumando”.
Luego, hizo un recuento de lo sucedido “es como un sueño, pero se trata de una bella realidad”, porque tuvieron que reconocer el triunfo avasallador demostrado en las urnas.
“Es un mensaje de tengan, pa’ que aprendan”, les dijo a sus seguidores que todo coreaban y celebraban.
Incluso, que les dijera que ellos son libres de decidir el futuro de Morena, nada más les pidió cuidar al partido porque no es propiedad de unos cuantos, sino del pueblo entero.
Tampoco protestaron que les diera la “recomendación” de aprobar la creación del Instituto Nacional de Capacitación, que es como la escuela de los políticos, porque es necesario que haya principios entre los militantes para evitar que se descompongan, como ocurrió en otros partidos.
Nadie levantó la voz cuando les soltó el “ahí les encargo” aprobar la reforma estatutaria para suspender la democracia interna a fin de renovar dirigencia; total, es por la cuarta transformación que se requiere que la actual cúpula, encabezada por Yeidckol Polevnsky, siga en su puesto.
Ni chistaron cuando les dijo que le parecía una excelente idea renunciar al 50 por ciento de las prerrogativas que recibirá Morena en 2019 del Instituto Nacional Electoral (INE) y que podrían ascender a mil 400 millones de pesos.
López Obrador convocó a la cúpula del partido a cuidar el triunfo electoral .“No queremos la politiquería, llegar por llegar, no es encaramarnos en los cargos públicos sin un ideal, sin un principio. Que el pragmatismo no arrase y que, sin ideas ni principios, se destruya nuestra organización”.
Los aplausos se fueron espaciando cuando recetó promesas como el tren maya, la construcción de caminos o el impulso a la zona del istmo de Tehuantepec.
Conocedor del manejo de masas, López Obrador los volvió a incendiar cuando dijo que no habrá gasolinazos y que los impuestos tampoco aumentarán en términos reales.
Luego les habló de la encuesta para decidir en torno del nuevo aeropuerto, insistió en que es el pueblo quien tiene la última palabra, que se informen sobre las dos propuestas, la de los empresarios y la suya, una en Texcoco, la otra –contra las recomendaciones técnicas– en Santa Lucía. Pero al final, dijo, los que deciden son ustedes, lo que conviene lo dice el gobierno. Pero no, tampoco hubo protestas.
Todos están de acuerdo en divulgar su mensaje, dispuestos a seguir difundiendo la palabra de su líder, por más que haya voces que no son del pueblo y advierten de los riesgos.
Nadie se opone, quizá porque, como les dijo el presidente electo, “celebro, pero al final deciden ustedes”, son sutiles sugerencias, es problema de los Congresistas si las toman o las ignoran.
