En su primer discurso tras los resultados oficiales del Conteo Rápido, Andrés Manuel López Obrador garantizó libertades en su gobierno, apoyo a las clases sociales menos favorecidas y énfasis en el combate a la corrupción.
Aquí lo más destacado de su mensaje desde un hotel en el centro de la Ciudad de México.
“Se garantizarán todas las libertades consagradas en nuestra constitución.
En materia económica se respetará la autonomía del Banco de México. Se respetarán los compromisos adquiridos con instituciones internacionales. Los contratos del sector energético con particulares serán revisados y si se encuentran anomalías, nos conduciremos por la vía legal. No habrá confiscación de vienes.
La transformación consistirá en desterrar la corrupción de nuestro país, no tendremos problemas porque el pueblo de México es heredero de grandes civilizaciones y por ello es inteligente, honrado y trabajador. La corrupción no es cultural, sino parte de un régimen en decadencia. Estamos convencidos de que este mal es la causa de la desigualdad y la violencia.
En consecuencia, erradicar la corrupción e impunidad será nuestro objetivo. El próximo presidente no permitirá la corrupción ni la impunidad. Sea quien sea será castigado; incluyo a compañeros de lucha, funcionarios, amigos y familiares.
Todo lo ahorrado por el combate a la corrupción se destinará al desarrollo del país. No habrá necesidad de subir impuestos. Tampoco habrá gasolinazos. El propósito es fortalecer el mercado interno, tratar de consumir en el país lo que consumimos, y que el mexicano pueda ser feliz donde nació.
El Estado dejará de ser un comité al servicio de una minoría y representará a todos los mexicanos. Atenderemos a toda los mexicanos de todas las preferencias sexuales. Daremos preferencia a los más humildes y a los olvidados, en especial a los pueblos indígenas de México. Reitero, por el bien de todos, primero los pobres.
Cambiará la estrategia fallida de combate a la violencia. Atenderemos las causas de la inseguridad y la violencia; estoy convencido de que esto implica el combate a la desigualdad y la pobreza.
Convocaré a líderes de derechos humanos, religiosos, de la ONU y de instituciones internacionales para comenzar con el plan de reconciliación que aplicaremos en el próximo gobierno.
Me reuniré una vez que asuma como presidente con los miembros del gabinete de seguridad; seremos amigos de todos los pueblos y países del mundo. Se volverán a aplicar los principios de no intervención.
Con el gobierno de EU buscaremos una relación de amistad y para el desarrollo siempre fincada en el respeto mutuo y velando por los migrantes mexicanos.
Agradezco las felicitaciones; hemos contestado las primeras llamadas de felicitaciones de otros países.
Debo reconocer el proceso respetuoso del presidente Enrique Peña Nieto; muy diferente al trato que nos dieron los pasados titulares del poder ejecutivo. Los medios de información no fueron como en otras ocasiones.
Reitero el compromiso de no traicionar la confianza que han puesto en mí los millones de mexicanos. Voy a gobernar con rectitud y justicia; no les fallaré. No voy a traicionar al pueblo. Confieso que tengo una ambición legítima: quiero pasar a la historia como un buen presidente de México.
Deseo con toda mi alma poner el alto la grandeza de nuestra Patria; ayudar a construir una nación mejor. Muchas gracias, de todo corazón. Que viva México.