Con base en la Ley Nacional de Ejecución de Sanciones y el Sistema Penal Acusatorio, el programa de reinserción de las Personas Privadas de la Libertad (PPL) se ha modificado, con una apuesta en lo médico-social y no como un castigo legal y que dañe la dignidad.
La intención es dejar lo punitivo, y “rehabilitar” a los delincuentes, y esto será posible por medio de una metodología que incluye la psiquiatría, psicología, sociología, medicina, sin dejar de lado las bellas artes y el trabajo remunerado dentro de los penales, todo con base en el respeto a los derechos humanos.
Este proyecto no trata de “curar” a las PPL de sus crímenes, sino reintegrarlos de manera satisfactoria al modificar sus patrones de conducta, mismos que en un inicio los llevaron a delinquir.
Al respecto y en entrevista con CAPITALMEDIA, Hazael Ruiz Ortega, subsecretario del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, señaló que este enfoque, parte del Modelo Nacional de Justicia Terapéutica, se basa en el trato humanitario y con respecto a la dignidad de los presos que son parte del modelo.
El funcionario señaló que se trabaja con presos que están internados por consumir algún tipo de drogas, o que han consumido dentro de prisión y que, aquellos que se integran al programa: “Lo perciben de manera positiva, y eso se refleja en el aumento de participantes en las actividades laborales y escolares, así como en la capacitación para el trabajo o actividades deportivas”; todo lo anterior les permitirá una mejor reinserción social.
“Es un modelo que fue aprobado recientemente pero que busca cubrir todo el país, de tal suerte que se dejen las practicas punitivas, de aislamiento y estigmatización de los internos para ofrecerles una perspectiva en la que se cometió un error, pero se puede enmendar a través de una metodología humana e integral”, subrayó Ortega Ruiz.
Paga completa
A la par, el subsecretario dijo que en noviembre y con base a la ley de ejecución, las PPL, cerca de 45 por ciento de la población carcelaria total, recibirán íntegro su sueldo por su labor.
Por lo anterior, no se repartira en tres partes (manutención, caja de ahorros y reparación del daño), sino que lo recibirán completo, correspondiente a un sueldo mínimo diario.
Sobre la certificación de habilidades, el funcionario señaló que anteriormente a los internos se les aseguraba un salario, pero ahora se les ofrece una certificación, esto con la participación de la inicitiva privada, en coordinación con la subsecretaría y el propio preso.
Trabas del esquema
El subsecretario señaló que entre los inconvenientes están la falta de personal, recursos e infraestructura, pues las instalaciones actuales se diseñaron para castigar.
“No tenemos personal para implementar todo el esquema, como lo estipula la nueva ley, por lo que hay mayor carga de trabajo para el personal técnico de la subsecretaría. Necesitamos recursos financieros y humanos”.