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El “derecho de piso” les arrebata más a los habitantes de Ciudad Altamirano, que el abrasante sol que marca los 40 grados a la sombra, la cabecera municipal de Pungarabato, Guerrero, ya no les pertenece, el crimen organizado se ha adueñado de todo botón de prosperidad, ahí “le cobran” desde al empresario hasta el vendedor de pan a las afueras del mercado, “ya nada renace aquí”, menciona Enimia, el gobierno no ha querido voltear, parece que “el que viene tampoco” sentencia.
“A mí no me importan partidos, candidatos, el que sea”, relata la mujer de más de 60 años, su negocio de comida frente a la planta refresquera que días atrás cerró definitivamente tras las extorsiones, que luego se convirtieron en ataques armados, está vacío.
“A ver si `de veras` es cierto”, dice y señala el autobús estacionado frente a ella, el nuevo vehículo de la candidata Margarita Zavala, que la condujo por seis horas hasta los ojos de Enimia, que escuchó su primer primer discurso proselitista al interior del país.
Cerca de ahí David, otro de los pocos espectadores de Zavala, incidentales todos, no hubo convocatoria, invitación, nada, sólo la estrategia de medios de la candidata, que como acto simbólico pronunció su plan de cinco puntos para abatir la inseguridad, frente a las instalaciones de Femsa, ahora sólo custodiada por la Policía Federal.
“Ya tienen muchos presidentes pasado y pasando, y esa es la clave que no han podido encontrar (terminar con la inseguridad”, expresa David a propósito del acto de la independiente, luego más positivo agrega “cada vez que cambia un gobierno, a uno le queda la esperanza de ver si ya”.
DEVOLVERLE LA PAZ A TIERRA CALIENTE
La llegada de Zavala al lugar no fue azarosa, justo en la frontera de Michoacán y Guerrero marcó su agenda para hablar de su plataforma de combate a la delincuencia, un escenario que le permitió escuchar previo a su acto público, a cerca de 100 habitantes que, estos sí bajo la cita de su equipo desplegado en el lugar, asistieron a un auditorio mediano, a manifestarle sus preocupaciones.
Tomó nota pero ya tenía la frase de respuesta a las inquietudes.
“Vamos a regresarle la paz a `Tierra Caliente´, vamos a regresarle la paz a Ciudad Altamirano, y con ello vamos a regresarle el crecimiento, el desarrollo y el futuro de nuestros niños pa` que no se tengan que ir lejos”, prometió.
Margarita, una de las asistentes respaldó el anuncio; “Muchos han dejado sus casas y negocios huyendo de la delincuencia, yo quisiera que mi estado fuera lo que un día fue, un gran estado”.
Zavala aprovechó la oportunidad.
“Esa es una de las grandes diferencias que tengo con López Obrador, que no le importa la inseguridad, que prefiere perdonar a los delincuentes, y yo no, ¿por qué sabes a quién atacan? a los más pobres del país”.
GUERRERO, LA SUMA DE TODOS LOS MALES
La extorsión es el mal común, el de los hoteleros en Acapulco e Ixtapa, el de los transportistas en Chilpancingo, el de los comerciantes en Iguala, el de los agricultores de toda Tierra Caliente.
“Impunidad y ausencia de Estado de Derecho es lo que está pasando en estas tierras”, evaluó Zavala.
Un gobierno que no sea cómplice, que otorgue amnistía, sino que lleve a la delincuencia a la justicia, fue la promesa de la candidata.
Y desde ese punto, que puede ser cualquier parte de México, donde la gente se siente abandonada por su Estado; “propongo profesionalizar y duplicar la Policía Federal, fortalecer en cascadas policías locales, yo tendré la mejor Policía Federal”.
“Vamos a reformar lo que se tenga que reformar del Sistema de Justicia, para que el que la haga, la pague”.
“Voy a colocar a los feminicidios, desapariciones de niños y adolescentes como una prioridad nacional”.
Blanca desde el fondo de la calle responde; “a lo mejor está bien lo que dice, porque casi nosotros también vamos a terminar siendo de ellos (crimen organizado)”.
