Por Monserrat Méndez
A casi un año de lo sismos de septiembre, el Fondo de las Naciones Unidas para a infancia (Unicef) destacó que el avance en la reconstrucción de las escuelas es lenta, por lo que el sector educativo tiene varios retos en la materia.
En su Informe sobre la situación humanitaria de la infancia y la adolescencia a un año de los terremotos en México a un año de los terremotos en México, el fondo señaló que el primer reto es abatir la poca disponibilidad de información oicial pública sobre la afectación de los niños y adolescentes, aulas y escuelas, así como el restablecimiento de clases y sobre el número de niños que han regresado a la escuela.
El segundo, se encuentra tras un seminario con personal de las secretarías estatales donde se discutió la ausencia de normativa clara o la falta de concordancia que derivaron en tres aspectos como la identiicación y reporte de daños, los vacíos en la normatividad sobre los dictámenes de daños, y la falta de transparencia o excesiva burocracia para acceder a recursos para la reconstrucción o reparación.
Además, se identificó la falta de personal de recursos humanos dentro del sector educativo con la formación adecuada para responder a una emergencia.
Destacaron que las 514 aulas provisionales que distribuyeron en Chiapas, Oaxaca, Puebla, Morelos y la Ciudad de México aún sirven como aulas ante la lenta reconstrucción de los inmuebles.
Pressia Arifin-Cabo, representante adjunta de Unicef, indicó que el daño que sufrió la infraestructura educativa fue grave, imposibilitando la continuidad de la educación, aunado a que planteles fueron usados como albergues o como espacios de atención a damniicados.
“A la fecha, la reconstrucción de todas las escuelas no ha concluido y muchos niños aún se encuentran fuera o asisten de forma parcial”, lo que se suma a los grupos de jóvenes detectados por la organización que dejaron sus estudios para integrarse al mercado laboral y ayudar a sus familias en este periodo de crisis.
También dieron a conocer las aportaciones que el fondo hizo en el país, pues un llamado para recaudar 6.6 millones de dólares, el fondo logró reunir más de 8 millones que fueron destinados a cubrir necesidades especiales en la infancia y adolescencia en sectores de agua, saneamiento e higiene, educación, salud y nutrición, así como para la protección de la niñez y políticas sociales tras el terremoto.
Se benefició a 8 mil 290 niños con 37 espacios amigables, se instalaron 514 espacios temporales de de aprendizaje instalados para facilitar el regreso a clases de 20 mil 560 niños, hubo distribución de 810 paquetes con útiles escolares para 32 mil 400 estudiantes y se entregaron 13 paquetes de desarrollo infantil para 3 mil 660 menores de cinco años.
Finalmente, con el recurso la Unicef capacitó a 5 mil 962 docentes en materia de habilidades psicosociales y se distribuyeron 3 mil 579 paquetes de higiene personal.