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Aún con los constantes anuncios de nuevas inversiones, la apertura de empresas y el impulso de políticas públicas en apoyo a los emprendedores, México se ubica en el lugar 75, de 137, del Índice Global de Emprendimiento 2018, esto es, cuatro escaños debajo de lo que ocupó el año pasado.
De acuerdo con una encuesta de la Asociación Mexicana de Publicidad (AMAP), a propósito de la Semana Nacional del Emprendedor 2018, los expertos atribuyeron esta situación al contexto en que se desarrollan gran parte de los emprendedores en México, quienes en su mayoría tienen entre 30 y 45 años de edad y se trata de un grupo generacional que compone uno de los sectores más críticos de la población.
Indicaron que 63 por ciento de ellos, considera que el país va por mal camino, en comparación con el país de generaciones anteriores.
“De igual forma, este grupo forma parte del 71 por ciento de la población que a pesar de expresar su optimismo para alcanzar sus metas, coincide en que la mala calidad de los empleos es su principal obstáculo, llevándolos a buscar formas alternas de sostener su estatus económico, el autoempleo”.
Indicó que la combinación de esta percepción y la baja calidad laboral en el país han generado un grupo de nuevos emprendedores que, si bien contribuyen al crecimiento de las Pymes, la mayoría lo hacen bajo un fundamento incierto, impulsados por la necesidad y no por el conocimiento del negocio, lo cual resulta en la caída de miles de proyectos en el corto plazo.
A este panorama, señaló, se suman los resultados de un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que concluye que las políticas públicas que incentivan masivamente proyectos empresariales, impulsan negocios con escaso aporte a la innovación y de poca estrategia en comunicación con bajo análisis mercadológico, por lo que difícilmente son capaces de sobrevivir.
Ambos análisis coinciden en que, para poder mejorar el índice de emprendimiento en el país con proyectos sostenibles, que generen empleos y una visión de negocio al largo plazo, es necesario implementar políticas públicas que desarrollen las capacidades de aquellos que la AMAP describe como “mexicanos optimistas del futuro”, jóvenes de entre 15 y 29 años de edad que mantienen una percepción positiva sobre la realidad actual del país.
