Fabricantes de popotes consideran infundada la campaña del Gobierno capitalino y la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) contra el producto, pues afirman que hay otras opciones en el mercado, como los adicionados con químicos que aceleran su degradación.
“Son 18 meses, no 100 años, como se ha argumentado desde el Gobierno Federal”, afirmó Alan Ponce, director general de Popomex.
Añadió que dicho proceso sólo requiere de factores externos como el contacto con el agua y la radiación solar para cumplir su función.
Resaltó que la empresa que dirige, con 40 años en el ramo, está en riesgo financiero por el avance de la campaña #SinPopoteEstáBien, emprendida el 22 de mayo por la Semarnat, y adoptada recientemente por el Gobierno capitalino a través del programa “Vive sin Popotes”.
“Es una campaña que está infundada, que no tiene información sólida, incluso están llegando a niveles dolosos, de odio”, subrayó, a la vez que afirmó que ya registran pérdidas de 15 por ciento en sus ventas.
En entrevista para CAPITAL MÉXICO, defendió el uso del popote al asegurar que éste representa sólo 0.05 por ciento del total de residuos urbanos que se desechan y que terminan en mares, ríos y océanos.
“Estamos de acuerdo en que haya una reducción, pero que quede a criterio de la gente y que se considere que hay otros productos que contaminan más y que nadie está hablando de ellos, como vasos, charolas y envases desechables”, remarcó desde las oficinas del corporativo en la delegación Tláhuac.
Agregó que, para enfrentar la crisis, desde hace un par de meses sacaron al mercado una línea de popotes “oxo-biodegradables” con un costo 10 por ciento mayor; es decir, si un popote convencional cuesta ocho centavos, el “ecológico” cuesta alrededor de nueve centavos.
Detalló que, gracias a los aditivos químicos que tiene, se degradan en un periodo de sólo 18 meses.
“No hemos entendido que los plásticos terminan en el mar y en los ríos, por falta de cultura de la gente, la falta de educación”, sentenció.
Tan sólo en la Ciudad de México, 47 mil 464 restaurantes, 17 mil loncherías y cerca de 14 mil cafeterías deberán eliminar el uso de popotes en sus establecimientos, de aprobase la iniciativa que enviará en septiembre la Secretaría de Desarrollo Económico capitalina a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Al igual que la capital del país, entidades como Jalisco, Veracruz y Guerrero han generado programas y leyes que limitan el uso del popote entre la ciudadanía.
A las que se han sumado recientemente empresas nacionales y transnacionales como Cooperativa Pascual (Boing), Starbucks y Hoteles Hyatt, quienes decidieron retirar de sus productos el uso de popotes de plástico de un solo uso.
A debate
En 2015, un video publicado por la bióloga marina Christine Figgener muestra cómo una tortuga sangra a causa de un popote incrustado en la nariz. El clip grabado en playas de Costa Rica dio la vuelta al mundo causando conmoción y repudio contra los popotes.
Video que para Rúo Calderón, presidente fundador del Movimiento Alternativo por la Ecología (Maple), constituyó el inicio de la debacle del popote.
Empero, desestimó el alcance de la campaña “Vive sin popotes” emprendida por el Gobierno capitalino.
“La verdad es que es hasta ridícula si lo quieres ver en un punto extremo; es más, el problema de las redes de pesca es peor, esas sí son un gran problema porque ahí se atoran los peces y se mueren.
“No se trata de prohibirlo, es más bien de concientizar a la gente sobre que todo lo de plástico tenemos que dejarlo, hay que volver a lo reusable”, señaló en entrevista.
Manuel Ontiveros, presidente de Vive Tarango, destacó que el proceso de fabricación y distribución de los popotes de plástico es contaminante, y abogó por el uso de productos biodegradables y reutilizables.
“Ya estás utilizando la materia prima del petróleo y lo tienes que poner en cartones, para envolverlo en cartones tienes que cortar muchos árboles para producir contenedores.
“Aparte el transporte a donde lo lleves es un factor contaminante y luego se va a la basura, al mar, a las barrancas. Y el popote lo utilizas una sola vez”, apuntó.
En entrevista, detalló que en la capital se generan cerca de 12 mil 500 toneladas diarias de residuos urbanos, de los cuales 60 por ciento es basura inorgánica.
Mientras que de ese porcentaje, el plástico concentra 15 o 20 por ciento. “Es altamente contaminante”, abundó.
Aunque la Semarnat ha informado que, en promedio, una persona utiliza 38 mil popotes en su vida, la Asociación Nacional de la Industria del Plástico (Anipac) desmintió esa cifra y asegura que ésta representaría la vida entera de una persona de 520 años.
La Anipac, que representa a 250 empresas del sector, argumentó que al año una persona utiliza en promedio 73 popotes, y que sólo 39 por ciento de éstos son fabricados en la industria formal.
Por ello, llamó a las diferentes autoridades a regular este mercado y generar campañas de cultura ambiental entre la población.