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Por: Vladimir Galeana
Pablo Escudero Morales fue presidente del Senado de la República, y cumplió con una gestión sobria. Se llevó muy bien con todos los miembros de los partidos políticos, destacando en su perfil la característica de un negociador hábil, serio, responsable, pero sobre todo muy paciente. Tengo la seguridad de que adquirió una tremenda madurez y aprovechó como pocos la experiencia que seguramente le ha otorgado una acusada sapiencia en materia legislativa y en la negociación política.
Con ese cartel lo propio es que siguiera siendo uno de los más respetados miembros del Senado, y quizás uno de los hombres con mayores posibilidades de entablar negociaciones para sacar adelante los temas prioritarios que aún no han logrado pasar la aduana de las comisiones. De cualquier forma el señor Escudero podría seguir siendo útil al país, porque faltan muchas cosas que se tienen que seguir analizando, construyendo, y finalmente negociando para alcanzar las metas planteadas.
Pablo Escudero Morales es yerno de Manlio Fabio Beltrones Rivera, uno de los hombres más respetados en el ámbito político, y quien ha sido mencionado como un posible candidato presidencial si hubiera una gran alianza para recomponer el proyecto de país.
Claro está que esto no quiere decir que tenga algo que ver con la decisión del Senador Morales, pero como dicen por ahí, “cuando el río suena, es que agua lleva” y los caudales políticos suelen ser muy precisos.
Pablo Escudero solicitó licencia para dedicarse a un proyecto personal relacionado con el Sistema Nacional Anticorrupción. En la carta que entregó a la Mesa Directiva solicitando licencia para separarse del cargo por tiempo indefinido, afirmó que el trabajo en la construcción del marco normativo en materia de transparencia y anticorrupción está prácticamente concluido, por lo que es momento de tomar rutas y emprender otros proyectos. ¿Así de simple?
No creo que el señor Escudero Morales se separe de su encargo como senador simplemente porque quiere dedicarse a un proyecto personal relacionado con el sistema anticorrupción. Ante la eventualidad de que los propios senadores no han logrado ponerse de acuerdo para terminar de complementar la Fiscalía Anticorrupción del país, que hasta ahora funciona solamente con el Comité Ciudadano, y mucho menos para nombrar al Fiscal General de la República, pareciera que el señor Escudero pudiera caminar en ese sentido.
Será difícil que sea el nuevo fiscal Anticorrupción porque el procedimiento de ley está terminado y solamente falta escoger de los tres finalistas a quien se hará cargo de la misma. Pero cabe la posibilidad de que el señor Escudero pudiera ser elegido para encabezar la Fiscalía General de la Nación, esa en la que los grupos parlamentarios nunca pudieron ponerse de acuerdo. Pablo Escudero es abogado, y contaría con el apoyo de todas las fracciones parlamentarias. Al tiempo.