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El artículo II, sección 4 de la Constitución de Estados Unidos señala que “el presidente, el vicepresidente y todos los funcionarios civiles de Estados Unidos serán separados de sus cargos al ser acusados y declarados culpables en juicio político, de traición, cohecho u otros delitos y faltas graves”.
Los funcionarios civiles aquí considerados son los que fueron designados por el presidente, entre ellos los miembros de su gabinete y jueces federales.
La traición y el cohecho son crímenes bien definidos, pero los delitos y faltas graves no.
Para el presidente Gerald Ford (1974- 1977), los delitos y faltas graves son los que determine el Congreso. Para otros son los llamados delitos políticos que tienen que ver con el mal uso de los poderes oficiales de un funcionario. Hay quienes dicen que son los crímenes contra el Estado, los que atacan el centro mismo del aparato estatal.
Por ello, serán los miembros del Comité Judicial (CJ) de la Cámara de Representantes los que determinen si son “graves” los delitos o faltas que un funcionario supuestamente cometió.
El artículo de la Constitución arriba citado señala que los funcionarios “serán separados de sus cargos al ser acusados y declarados culpables en juicio político”.
Para que esta remoción ocurra: 1.El Departamento de Justicia o un fiscal independiente investiga los supuestos delitos; si considera que se cometieron presenta su acusación ante el mencionado CJ.
2.El CJ estudia la evidencia.
3.El CJ redacta los artículos de la acusación contra el funcionario.
4.El CJ debate los artículos de la acusación. Si los aprueban, los presentan al pleno de la Cámara de Representantes.
5.El pleno de la Cámara de Representantes debate los artículos de la acusación. Si los aprueba por una mayoría simple el funcionario queda formalmente acusado.
6.El juicio político se realiza en el Senado. Ahí, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes presenta la evidencia contra el funcionario. El presidente de la Suprema Corte actúa como juez y decide sobre la admisibilidad de la evidencia. El pleno del Senado actúa como jurado.
7.Si dos terceras partes del Senado declaran culpable al funcionario, éste queda formalmente separado de su cargo.
Es evidente que Trump no será acusado de cometer algún delito y menos será sometido a un juicio político mientras los republicanos mantengan la mayoría en ambas cámaras del Congreso. Suponiendo que la perdieran en las elecciones del año entrante, una mayoría simple de representantes demócratas podría acusarlo de cometer los delitos y enviar el caso al Senado para someterlo a juicio. Ahí, el asunto sería desechado en vista de que los demócratas no tendrán los votos de 66 senadores necesarios para removerlo del cargo.
Trump no caerá. Esperemos que algún demócrata le gane en la elección presidencial de 2020
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Eduardo J Ruiz-Healy