Preocupa a todas y todos los mexicanos la inseguridad, la deficiente imparticipación y procuración de justicia, la imparable corrupción y lacerante impunidad.
Los cuatro candidatos a la presidencia de la República, al igual que la candidata, pregonan a lo largo y ancho
del país que si el voto les favorece generarán cambios para que no exista esta aceptación generalizada y
sistemática, pero han advertido que tendrán que lidiar con esa misma policía, con esos mismos ministerios
públicos, jueces, magistrados y esquemas totalmente caducos y carentes de efectividad.
Hoy la apuesta principal tiene que ser a la niñez, en educación de excelencia para que en un largo plazo
podamos generar condiciones de un cambio para un México mejor.