Por participación ciudadana, se entiende aquel proceso por el cual los sujetos desarrollan una acción tendiente a vincular una expectativa u opinión con el ámbito público o, como en este caso, político. Cuanto mayor sea el nivel de participación ciudadana en los procesos políticos y sociales de un país, más democrático es un sistema.
Hoy la ciudadanía juega un papel muy importante en el proceso electoral, puesto que debe decidir quién, o quiénes serán sus próximos representantes, por ello debe de conocer bien a las personas que lo representarán, no solamente a una cara que se aparece cada tres o seis años, sino que sepa su caminar, su trabajo, sus proyectos y cuánto se ha desarrollado o ha beneficiado a la ciudadanía.
Debemos entender que una candidatura, es solicitar un empleo postulándose a un vacante y hay que cubrir muy bien ese perfil; y entender que no se trata de una pasarela o un concurso de simpatía, razón por la que el ciudadano que esté en edad de votar debe realizar una investigación a conciencia que le ayude a tomar la mejor elección.
La participación ciudadana no sólo reside en el voto. Más bien, en distintas modalidades que le dan vida y energía a una nación y sociedad. Las formas de participación ciudadana van desde el acto mismo del ciudadano en ejercer sus derechos, hasta la competencia política por el poder de la nación, es cierto, que no todo ciudadano está interesado en ser Presidente, pero sabe que, como mínimo, tiene que conocer y ejercer sus derechos y obligaciones. Se requiere entonces, de un análisis profundo, de escuchar, analizar, y comparar las propuestas, que deben ser viables, congruentes, eficaces, óptimas y no simplemente discursos que son imposibles de cumplir.
Deben de estudiar muy bien los proyectos que proponen y como lo van a desarrollar, permitiendo la adaptabilidad a las necesidades y objetivos de cada lugar, de cada ciudadano y su proyecto de vida.
Los candidatos serán elegidos , votados y contratados por los jóvenes que piden mayores oportunidades de educación, apoyos, becas, planes de estudios más competitivos, mejores oportunidades de trabajo desde que inician sus prácticas profesionales; por los adultos que piden salarios más justos, equivalentes a los gastos reales que tienen en su canasta básica, mayor seguridad para ellos y sus hijos, mejoras a la vialidad y la infraestructura, viables y eficientes; por los adultos mayores que solicitan mejor atención médica, tratos con dignidad y que les garanticen el medicamento que requieren, así como apoyo para su vejez y alguna oportunidad para generar ingresos, ya que siempre los vemos en supermercados o en las calles, esperando propinas o limosnas ¡y no es justo!.
Hoy sin duda el papel de la mujer en los comicios es determinante ya que históricamente siempre rebasan más del 50% de su participación en las elecciones, es por ello que este sector debe ser muy cuidadoso con su selección, ya que se debe atender las necesidades no solamente de paridad, sino desarrollando mayores oportunidades de trabajo, educación, salarios dignos, respetando así su principio de igualdad.
Mexicanas y mexicanos, es momento de trabajar en conjunto, así que mucho ojo en el análisis de las propuestas, para decidir por quien votar.