Seguramente en alguna ocasión usted intentó leer artículos de alguna de nuestras leyes fiscales, ley del IVA, ley del Impuesto sobre la Renta, etc., y habrá notado que es prácticamente imposible tener una clara idea de lo que dice.
Esto se debe a que nuestros legisladores, deliberadamente, redactan las leyes en un lenguaje
completamente enredado, rebuscado y citando otros artículos de la misma ley y de otras leyes, lo que dificulta aún más que podamos interpretar correctamente el contenido de dicha ley, incluso si el lector es contador público o abogado, no hay forma de entenderlo a la primera.
Lo anterior, logra el propósito del legislador: que la cultura en impuestos sea solamente para una reducida parte de la población.
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