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El pasado lunes varios medios de comunicación y periodistas, difundieron información de la investigación realizada por alumnos y maestros de la Universidad de Texas, que versa sobre el control que han ejercido Los Zetas sobre algunos servidores públicos mexicanos, sobre todo exgobernadores; noticia no confirmada que dieron por cierta algunos medios de comunicación.
Los investigadores de esa universidad, dijeron que se dedicaron a leer cientos de declaraciones de delincuentes procesados en Estados Unidos.
Estudiantes y maestros que avalaron la investigación, obtuvieron su conclusión: autoridades mexicanas son compradas por Los Zetas.
Están entre esas autoridades los hermanos Humberto y Rubén Moreira de Coahuila, Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz.
Sólo hicieron una síntesis de declaraciones: No hay pruebas distintas o supervenientes que avalen y fortalezcan jurídicamente lo escrito por estudiantes y revisado por maestros.
Autoridades norteamericanas no dieron crédito a las declaraciones de los delincuentes; de lo contrario hubieran ejercitado las acciones reclamando la detención y extradición de esos exfuncionarios públicos.
Son golpes mediáticos
En las redes sociales se multiplicaron los comentarios de la información originada por los estudiantes texanos.
No se trata de defender lo indefendible
Se debe ser objetivo y veraz en cuanto a información se refiere cuando se trata de medios periodísticos serios y no transmitir información basura.
Caso semejante es la información que circula referente a las donaciones que ha recibido México, como apoyo para los damnificados de los terremotos; la mala fe ha tergiversado el destino del dinero, por eso el mismo Presidente de la República llevó a cabo una reunión con el sector empresarial, ahí dejó en claro que las donaciones de particulares son manejadas por fideicomisos que administran los empresarios; en tanto que el dinero público del Fonden se aplica en beneficio de los damnificados, ése está transparentado en la página web de la Presidencia.
El Presidente comentó que se trataba de aclarar la tergiversada información que circula en las redes o que de mala fe distorsionan y así difunden.
La Universidad de Texas no avaló la investigación realizada por alumnos y maestros de The Human Rights Clinic, habiendo afirmado que no representa el punto de vista de la universidad, es por tanto inocua jurídicamente.
Así lo expuso la Universidad: “Este informe no representa la posición oficial de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas, y los puntos de vista presentados aquí sólo son las opiniones de los autores individuales y de la Clínica de Derechos Humanos“.
@HectorParraRgz