Hace unos días se dio a conocer la estimación del Producto Interno Bruto durante el 1er trimestre del 2018.
La variación anual real situó el valor de la producción total del país con un crecimiento del 2.4 por ciento.
El sector primario, es decir, el sector agrícola-pecuario, lideró dicho crecimiento con un empuje del 5.1, dejando muy
atrás la transformación formal y a los servicios.
Nuevamente el campo mexicano es ejemplo del esfuerzo coordinado entre los diferentes actores, incluyendo a los
empresarios agroindustriales en el sector.
¡Es inadmisible poner en riesgo lo conseguido hasta ahora!
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