Por: Alberto Bustamante Vázquez
Una parte importante de su exposición se relacionó con el campo mexicano, al enumerar las cuatro acciones fundamentales de su nueva política productiva, inició con el fortalecimiento de la economía popular, aquí señaló como prioridad la recuperación del campo, dijo, “Debe considerarse que el campo es mucho más que tierras para la producción agropecuaria y forestal, abarcan conjunto diverso e interrelacionado de patrimonios territoriales de importancia estratégica actual y potencial para el país”. Enumeró diferentes acciones, apoyos económicos para la siembra a los 3 núcleos agrarios productivos reconocidos en la ley, para un millón 500 mil ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios, entregas de 147 mil toneladas de fertilizante para 270 mil productores, exclusivamente, de Guerrero, el establecimiento del programa de precios de garantía, dirigidos a Arroz, Frijol, Maíz, Trigo y Leche, de pequeños productores, para Diconsa, Liconsa y el nuevo Sistema de Seguridad Alimentaria Mexicana, Segalmex. Crédito ganadero a la palabra en beneficio de 6,500 productores. Y por supuesto habló sobre el tema del jitomate mexicano, “Se protege de prácticas arancelarias injustas a productores agropecuarios que se dedican a producir cultivos de exportación de alta densidad, económica y comercial, así lo demuestra la reciente intervención que hizo el gobierno a favor de los exportadores de tomate a los Estados Unidos”, dijo. Y después de su exposición de éstos y algunos otros temas, cerró, “En suma estamos rescatando al campo del abandono al que fue condenado por la política neoliberal, y una vez que se obtenga más crecimiento económico, cuando se fortalezcan las finanzas públicas, se dará un apoyo aún mayor a los productores nacionales mediante subsidios y créditos para alcanzar la soberanía alimentaria, es decir, para dejar de comprar en el extranjero lo que consumimos”.
Me llamó la atención el que nuevamente acusó al neoliberalismo del abandono al campo, cuando los esquemas de apoyo al comercio internacional han situado a muchos Sistemas Producto mexicanos como líderes mundiales, aunado al que nunca en la historia moderna un gobierno había destinado un presupuesto tan pequeño para una actividad primordial como lo es el sector primario. Tampoco mencionó a las Organizaciones Sociales que realizaron las negociaciones sobre el tomate rojo, sabiendo que fueron éstas las que empujaron al propio gobierno a defender dicha producción.
Lo único interesante es que señaló que cuando haya crecimiento económico, cuando esto vaya a suceder, apoyará de mayor forma al Sector Primario. Esperemos la próxima comparecencia, del Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, programada para el 19 de septiembre, en la Cámara de Diputados, para explicar el contenido del paquete económico del 2020.
En lo personal me pareció decepcionante el informe, por este y otros temas, e insisto, el campo mexicano no necesita dádivas, sino políticas públicas que integren a todos a cadenas de valor que generen desarrollo sostenible para cada productor. Eso si es que es cierto que el presidente, quiere dejar de comprar al extranjero y conseguir la soberanía alimentaria. Por cierto, hace unos días un diario en Chihuahua publicó sobre compras inmensas de maíz que el Gobierno Mexicano está haciendo a los Estados Unidos por temas de costo.