“Una prensa crítica, independiente y de investigación es el elemento vital de cualquier democracia”, Mandela.
Es bien conocido la cantidad inmensurable de dinero que se invierten en campañas políticas y en el marketing estratégico para tratar de influir en la decisión de la gente, para persuadir, para manipular los pensamientos y emociones que nos genera tal o cual candidato y así alcanzar el voto. El objetivo de empapelar a la cuidad con la cara y el nombre de un candidato es fijar el nombre del producto a vender entre la población y hacer que les sea familiar, un arma de doble filo en estos tiempos donde se promueve tanto a favor como en contra del mismo candidato.
Estudios han revelado que tendemos a elegir lo que conocemos, nombres que resuenan con mayor frecuencia, independientemente de la calidad del contenido. Y en este sentido no solo los carteles, sino también los spots publicitarios, la música que utilizan, la exposición de los políticos a los medios, los videos que circulan por la red, etc. y al estar tan expuestos a infinidad de información, nuestro cerebro genera tensión y evita tomar una decisión, inclinándose a obedecer a las figuras de autoridad.
Esta autoridad puede ser: un famoso, un empresario, un deportista, un científico reconocido o un periodista, que puede ser muy bueno en su campo y no saber absolutamente nada de economía o política, pero que, de todas formas, su opinión suele respetarse pudiendo influir en las decisiones de la gente, ya que socialmente existe una obediencia a figuras de autoridad y la influencia de su opinión, en donde a mayor respeto mayor obediencia, razón por la que toda figura publica debe comunicar de manera informada y libre, pero sobre todo con responsabilidad.
Definitivamente, los medios de comunicación son esenciales para unas elecciones democráticas. Una elección libre y justa no se trata solamente de votar en las condiciones adecuadas, sino que es necesario contar con información relevante sobre los partidos, las políticas, los candidatos y el propio proceso electoral a efecto de que los electores estén en condiciones de hacer una selección informada, razón por la cual antes de dar cualquier tipo de información debe ser verificada a razón de evitar que se atente contra los derechos humanos, la dignidad de la persona, pero sobre todo para un proceso limpio y transparente.
Ya que todos estamos propensos a observar el comportamiento de la gente que nos rodea, más ahora con las redes sociales, el marco normativo, establece claramente en el articulo 6º. Constitucional de nuestra Carta Magna que: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden público al igual que en el artículo 7º donde menciona que es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia, sin embargo se debe evitar caer en los llamados delitos de honor (difamación, calumnia e injuria) que en Nuevo León ya se penalizan con la Ley Contra el Ciberacoso.