Después de dos años de espera, por fin se activó la primera etapa a la modernización del transporte público capitalino. Ayer domingo se hicieron las pruebas de uso y disfrute de las dos nuevas rutas que transitan por dos de las más grandes y modernas avenidas de la zona conurbada –Querétaro, El Marqués y Corregidora–, a saber Avenida Constituyentes y Avenida de la Luz.
Trae consigo no sólo la modernización de nuevos autobuses; no, también se acompaña del programa de mejoramiento de la movilidad en esas zonas donde se desenvuelven miles de queretanos a todas horas.
Lo último que difundió la autoridad fue la modificación en el transitar de vehículos en varias partes, sobre todo de la Avenida Constituyentes, cambios en la circulación a la que estabas acostumbrados los queretanos desde siempre.
Con el paso del tiempo, los automovilistas y personal del autotransporte público hicieron de esas avenidas nudos por el abuso en las zonas de retorno o para dar vuelta en escuadra.
En lo sucesivo, será igual que en ciudades como León o CDMX, donde, para dar vuelta a la izquierda, primero se toma a la derecha, se sale de la vialidad principal para después –en una calle secundaria– hacer el cruce, con ello se evitan los nudos o cuellos de botella; muchos usuarios de las avenidas arbitrariamente invadían dos y hasta tres carriles para dar vuelta o retornar. Eso ya no se puede hacer en la mayoría de los cruces, que no en todos.
La regla fundamental para que funcione el nuevo programa de movilidad en esas avenidas, es la participación respetuosa y responsable de todos los involucrados; la ciudadanía, en general, y todos los usuarios de esas vías de comunicación que utilicen cualquier medio de movilidad, sea bicicleta, motocicleta, automóvil y el viandante cuando cruza las avenidas.
Todos, en su momento y en orden, pueden avanzar mejor y con mayor seguridad, haciendo menos tiempo en los recorridos, objetivo de la modernización.
Por supuesto que los “semáforos inteligentes” son un factor fundamental para establecer ese orden.
Veremos si desde donde se monitorea y manipulan los semáforos, son capaces de vencer el reto de darle fluidez y seguridad al tránsito –autos y peatones– que por miles circulan diariamente.
La ciudadanía está a la expectativa. Los primeros días serán la prueba de rigor. También veremos si las nuevas autoridades: agentes operativos, son capaces de hacer frente al reto de fortalecer el orden y fluidez de la movilidad.