Eduardo Ruíz Healy
El sitio web www.sfgate.com, que es el sitio en Internet del diario estadounidense San Francisco Chronicle, publicó el domingo pasado un artículo intitulado “Study: Pollution kills 9 million a year, costs $4.6 trillion” (“Estudio: La contaminación mata a 9 millones cada año, cuesta 4.6 billones de dólares”). El estudio a que alude el artículo es el que un día antes difundió la prestigiada revista médica británica The Lancet, intitulado “Pollution, health, and the planet: time for decisive action” (“Contaminación, salud y el planeta: es hora para una acción decisiva”) Curiosamente, mucho se dice y escribe sobre otras causantes de muertes humanas, pero poco sobre cómo la contaminación del aire, la tierra y el agua está matando a millones de hombres, mujeres y niños anualmente.
Es probable que los intereses económicos de las grandes corporaciones que repetidamente han sido acusadas de contaminar nuestro planeta jueguen un papel para mantener el tema fuera de la discusión pública.
El artículo de referencia anota que “la contaminación ambiental está matando cada año a más personas que todas las guerras y toda la violencia. Más que fumar, el hambre y los desastres naturales. Más que el sida, la tuberculosis y la malaria combinadas.
“Una de cada seis muertes prematuras en el mundo en 2015 –aproximadamente nueve millones– pueden atribuirse a enfermedades que resultan del contacto con sustancias tóxicas. El costo financiero de las muertes, enfermedades y servicios médicos relacionados con la contaminación es igual de masivo, dice el reporte, representando pérdidas anuales de unos 4.6 billones de dólares, algo así como 6.2 por ciento de la economía global.
El artículo, escrito por Katy Daigle de la agencia de noticias AP, se refiere al estudio de The Lancet cuando anota que “los expertos dicen que las nueve millones de muertes prematuras que el estudio encontró fueron sólo una estimación parcial y que la cantidad de personas muertas por la contaminación es indudablemente más alta y se cuantificará una vez que se realicen más investigaciones y se desarrollen nuevos métodos para evaluar los impactos dañinos. Áreas como el África subsahariana aún no han establecido sistemas de control de la contaminación del aire. La contaminación del suelo ha recibido escasa atención. Y todavía hay muchas toxinas potenciales que aún se ignoran, con menos de la mitad de los cinco mil nuevos productos químicos ampliamente dispersos por todo el medioambiente desde 1950 probados para determinar su seguridad o toxicidad”.
El estudio es amplio y requiere ser analizado cuidadosamente.En próximas columnas me referiré a lo que sobre la contaminación en México se refiere, la cual aparentemente es peor de lo que quisieran hacernos creer nuestras autoridades.
En esta época de comunicaciones globales y fácil acceso a la información, es difícil, si es que no imposible, que los secretos sigan siéndolo por mucho tiempo.
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Eduardo J Ruiz-Healy