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El presidente estadounidense, Donald Trump, está decidido a dar por concluido el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Si aún no lo ha hecho es porque ha cedido a las presiones de algunos de sus colaboradores más poderosos que no ven beneficio alguno en que se cancele el tratado. Este grupo de defensores del libre comercio está integrado por el jefe del Consejo Económico Nacional, Gary Cohn; el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin; el asesor de Seguridad Nacional, H. R. McMaster; y el jefe del gabinete, John Kelly.
Sin embargo, tarde o temprano, cuando le convenga, Trump ignorará a los que defienden el libre comercio y apoyará a los nacionalistas populistas con quienes más se identifica ideológicamente y que también ocupan puestos claves dentro de su administración. Ellos son el secretario de Comercio, Wilbur Ross; el asesor senior de Trump y aliado político del fascista Steve Bannon, Stephen Miller, el representante Comercial de Estados Unidos que también encabeza el equipo negociador del TLCAN, Robert Lighthizer; y el jefe de la recién creada Oficina de Comercio y Política Manufacturera de la Casa Blanca, Peter Navarro, un economista egresado de la Universidad de Harvard famoso por ser un enemigo furibundo del libre comercio, de los acuerdos multilaterales, de China y de México.
A pesar de que Navarro ha escrito 14 libros y un buen número de artículos para Barron’s, Bloomberg, Businessweek, Los Angeles Times, The Boston Globe, The Chicago Tribune, The International Herald Tribune, The New York Times, The Wall Street Journal, Harvard Business Review y otros influyentes medios, los economistas del establishment que trabajan en los principales grupos financieros o escriben en publicaciones como la revista Forbes, aseguran que sus ideas son equivocadas y están poco fundamentadas. El problema es que estos expertos no tienen la influencia que Navarro tiene sobre Trump.
Durante su campaña electoral, el entonces candidato republicano se refirió así de Navarro: “Hace años leí uno sus libros sobre los problemas comerciales de Estados Unidos y quedé impresionado por la claridad de sus argumentos y por la minuciosidad de su investigación. Ha documentado a conciencia los daños infligidos por el globalismo a los trabajadores estadounidenses y ha establecido un camino para restaurar nuestra clase media”.
La posición de Navarro contra el libre comercio es extrema. Por ejemplo, el diario The Washington Post reportó que el martes pasado Navarro circuló un documento en el cual se afirma que la disminución de las manufacturas estadounidenses, que según el gobierno de Trump es efecto del TLCAN y el acuerdo comercial entre Estados Unidos y Corea, elevó las tasas de divorcio, violencia conyugal, abuso de drogas y asesinato en Estados Unidos.
La estupidez de algunos trumpistas no tiene límites.
@ruizhealy
Eduardo J Ruiz-Healy
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