Las cosas parecen continuar igual después del segundo debate de los aspirantes a la Presidencia de la República. Una vez más los memes fueron los que se llevaron el “triunfo” basados en la serie de descalificaciones que se lanzaron entre los 4 aspirantes.
Las promesas de solución a los grandes problemas nacionales como la inseguridad, los bajos salarios o la creación de empleos fueron abordados con absurda liviandad, sin una verdadera objetividad que nos haga confiar en la seriedad de las respuestas.
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