La semana pasada “los destapadores” hicieron gala de confusión en las redes sociales y daban por hecho que algunos aspirantes priistas a cargos de elección popular se registrarían como precandidatos. los teléfonos no cesaban de sonar ¿Es cierto el madruguete? Preguntaban. Todos los que fueron lanzados por “el destapador” forman parte del cerrado grupo calzadista. La molestia era mayúscula. Los tambores de “guerra” sonaron. A unos días de la visita a Querétaro del precandidato a la Presidencia de la República Pepe Meade y la “plana mayor del PRI”, se daba el golpe mediático; creció el rumor del “agandalle”. Al final solo fue un “borrego” del reducido grupo calzadista que insiste en acaparar las candidaturas.
Si bien los tiempos de las precampañas están encima para las candidaturas locales, apenas el fin de semana los priistas apoyaron el documento del convenio de coalición que “planchadito” les fue entregado para la aprobación del Consejo Político. En política todo es posible y las sorpresas son el caldo de cultivo en la disputa por las candidaturas. Pero no pueden alterarse las etapas procesales y no podía hablarse de “destapados” si no sabían en donde habría coalición electoral. Fue entonces que el viernes se desveló el telón y se dio a conocer en qué distritos locales y municipios el PRI irá en alianza con el Verde Ecologista.
Resultaba una tremenda torpeza política “lanzar” a los precandidatos en la víspera de la visita de Pepe Meade, las divisiones se ensancharían –como de seguro así será una vez que se den a conocer los nombres de los precandidatos-. Sin embargo, la desesperación e imprudencia les ganó, uno de los miembros del reducido grupo lanzó en redes sociales varios nombres de los aspirantes, como los seguros precandidatos que serían registrados el mismo fin de semana.
La sorpresa y molestia de muchos priistas era mayúscula. No era de creerse semejante abuso –más-. Los calzadistas ansiosos están del destape –una vez más- de Pepe a la senaduría quien, dicen, sería abiertamente la cabeza de la extensión del proyecto político por otros 3 años más; que sumados a los 6 de su mandato y otros 3 de este gobierno, cumpliría 12 años. Eso no quiere la mayoría del priismo queretano, la prolongación de un proyecto político fallido, acostumbrado a perder votos electoralmente, excepción de cuando logran unir a las distintas fuerzas por medio de la repartición de candidaturas para los diversos grupos de militantes en el Estado ¡La incertidumbre subsiste! Es probable que con la visita de Meade a Querétaro, serenen los ánimos.