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La semana pasada nos decían que Marcos Aguilar Vega, presionó y negoció varias candidaturas siempre y cuando desistiera en su propósito de buscar la propia para reelegirse o la senaduría, bajo la condición de no levantar “polvo”. Y sí, con la finalidad de no romper la “estabilidad” en las filas panistas, le cumplieron el capricho y entre aquellos que serán protegidos –siempre y cuando gane- es su actual Secretario de Gobierno municipal.
Y él tranquila y seguramente sería llevado a la diputación plurinominal en la Cámara de Diputados federal, aprovechando que su amigo el “dador” de candidaturas, Ricardo Anaya, actualmente sigue teniendo el control del PAN, a pesar de que ya no sea el dirigente: el poder tras el trono. Y así las candidaturas panistas han salido sin asperezas, sin mayores complicaciones, al menos no le han permitido quejarse a ninguno de los panistas. El gobernador y su grupo político que le ha operado las candidaturas podría decirse que lo han hecho con éxito; no se sabe de rupturas, salvo de las consabidas molestias por no alcanzar las candidaturas aquellos que aspiraban a algunas de ellas. Han tejido fino todo el territorio estatal, desde la reelección de la diputada por el XV Distrito Electoral Local, hasta Amealco de Bonfil ¡Todo es felicidad en el PAN Queretano!
Quien no las trae todas consigo es el candidato a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya Cortés, quien cada día que pasa algo surge de su “larga vida delictiva empresarial”. Este día varios abogados denunciaron ser hostigados por Ricardo Anaya, aunque no aseguran que sea él, pero sí estar de tras de las amenazas, todo porque denunciaron ante la Procuraduría General de la República, el lavado de dinero en que incurrió Anaya Cortés, para que, parte de su riqueza personal y familiar de negocios productivos desapareciera en los paraísos fiscales y se pierda el rastro de los negocios millonarios y fortunas mal habidas. Por supuesto que el presunto responsable Ricardo Anaya, de todo acusa y culpa al gobierno federal y de inmediato se escuda en que se trata de una campaña en su contra ¿Entonces los abogados independientes que lo acusan son del gobierno? ¡Claro que no! Es y seguirá siendo su eterna defensa hasta en tanto no demuestre lo contrario. Lo cierto e inequívoco, es que Ricardo Anaya, se enriqueció exageradamente en unos cuantos años al amparo del poder público y eso se llama corrupción, el cáncer que dice combatir. Veremos en qué culmina este asunto.