“El costo de un nuevo túnel de desagües pluviales y alcantarillado para la gran Ciudad de México se ha más que duplicado desde que se anunció por primera vez en 2008, pero el proyecto aún no está terminado…
“La proyección de costo original para el proyecto principal de ingeniería del Túnel Emisor Oriente (TEO) fue de poco menos de 9 mil 600 millones de pesos (511 millones de dólares), pero esa cifra ha aumentado a más de 20 mil 100 millones de pesos (mil 70 millones).
“En los resultados de su auditoría de cuentas públicas de 2016, la Auditoría Superior de la Federación atribuye la explosión presupuestaria a la ausencia de un plan ejecutivo general para administrar el proyecto, lo que permitió modificar los contratos. Los contratos se han modificado cuatro veces desde que comenzó el proyecto, confirmó la ASF.
“Inicialmente, se otorgaron cinco contratos directos a cinco compañías diferentes para completar el túnel, aunque la responsabilidad última recae en la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“El proyecto originalmente estaba programado para terminarse en 2012.
“La última fecha de finalización revisada, de agosto de 2018, también corre el riesgo de perderse, advirtió la ASF”.
Esta nota apareció publicada el martes pasado en el excelente sitio mexiconewsdaily.com, el cual, como lo explica su editor Tony Richards, “fue creado para dar a los expatriados de habla inglesa en México una fuente de noticias sobre su país de residencia”.
El TEO es una de las mejores muestras de la ineficiencia con que opera Conagua, una entidad gubernamental plagada de funcionarios indolentes, irresponsables y seguramente corruptos.
Este túnel, que aparentemente no tiene final, se anunció durante el gobierno de Felipe Calderón, cuando el director general de la Conagua era el ingeniero químico metalúrgico José Luis Luege Tamargo, quien ahora busca ser candidato independiente a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, seguramente convencido de que la mayoría de sus habitantes no recuerdan su triste paso por esa dependencia.
Durante el sexenio actual, Conagua ha tenido dos directores generales. El primero fue el abogado David Korenfeld, quien fue obligado a renunciar en abril de 2015 al darse a conocer que usaba el helicóptero de la dependencia como el transporte de su familia; el segundo es el también abogado Roberto Ramírez de la Parra.
Estos tres, junto con sus respectivos jefes, son los responsables de que el túnel que nos iba a costar unos 9 mil 600 millones de pesos a los mexicanos, ya nos haya costado 20 mil 100 millones de pesos, más lo que se acumule el año entrante, si es que por fin se concluye.
El hecho de que no exista un plan ejecutivo general para administrar el proyecto permite suponer que una parte sustanciosa de la inversión ha ido a parar a los bolsillos de altos funcionarios y contratistas que aprovechan vivir en un país corrupto.
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Eduardo J Ruiz Healy