Con la muerte de Hugh Hefner, la famosa mansión de Playboy también desaparecerá. Sí la icónica propiedad donde se llevaron innumerables fiestas en las que las protagonistas fueron las codiciadas playmates ya no existirá, y es que el magnate Daren Matropoulos, vecino de Hefner compró la propiedad el año pasado por 100 millones de dólares con el compromiso de que el dueño de Playboy podía seguir usándola hasta su muerte.
La mansión albergó no sólo a grandes personalidades de todo el mundo sino también grandes fiestas y eventos sociales.
A photo of the #playboymansion on Playboy’s 20th anniversary #scrapbooksaturday
A post shared by Hugh Hefner (@hughhefner) on
El inmueble incluía las oficinas de Hefner, una sala de cine, una biblioteca un mini zoológico con flamencos, pavos reales, monos, etc; una piscina subterránea en forma de gruta, grandes hectareas de jardines, una enorme sala de juegos con mesa de billar, una pantalla de televisión gigante, una gran hielera llena de cervezas.
A post shared by Hugh Hefner (@hughhefner) on
A unos cuantos metros de la casa principal, se localiza una propiedad donde su ex esposa Kimberley Conrad vivía con sus dos hijos, Marston y Cooper.