La película mexicana Museo recibió aplausos del público asistente al Festival Internacionl de Cine de Berlín (Berlinale), cinta que participa en la Sección Oficial y es dirigida por Alonso Ruizpalacios (Güeros) y protagonizada por Gael García Bernal (Amores perros).
La cinta narra un hecho real que ocurrió en México en 1985, está hablada en español y con subtítulos en inglés y en alemán, de manera que está lista para su distribución internacional, si logra despertar el interés de los miembros del jurado del festival.
En la proyección para la prensa en el Palacio de la Berlinale, que tiene espacio para mil 200 personas, la sala estaba casi llena.
En la conferencia de prensa en el hotel que está frente al Palacio de la Berlinale, se presentaron el director, los productores, el guionista y algunos de los actores. Pero faltaba el protagonista.
Sin embargo, 15 minutos después de iniciada la conferencia entró al escenario el actor mexicano Gael García Bernal disculpándose por llegar tarde, pero la prensa lo aplaudió con un gran entusiasmo al verlo aparecer.
A los cinco minutos entró al escenario el director de la Berlinale, Dieter Kossklick, quien fue expresamente para darle un apretado abrazo a García Bernal.
Los periodistas aplaudieron ante el factor sorpresa de las inesperadas entradas a escena de Gael y Kosslick. “Felicidades, lo lograste!”, le dijo el director de la muestra.
Museo narra la historia de Juan Núñez (García Bernal) y Benjamín Wilson (Leonardo Ortizgris), estudiantes de veterinaria, quienes vivían con sus familias en Ciudad Satélite. En la Navidad de 1985 robaron más de 143 piezas del Museo de Antropología.
Entre las piezas estaban la máscara mortuoria de jade del rey maya Pakal, el Mono de Obsidiana y el Oro Mixteco. Una vez de nuevo con sus familias de clase media se dan cuenta de las dimensiones de lo que hicieron. Se escapan a Chiapas y a Acapulco para colocar las piezas en el mercado negro internacional de objetos de arte, pero el desenlace es inesperado.
Los asistentes a la proyección rieron en las escenas humorísticas, pues el guion consiguió hacer claros los contextos de lo que significaba Ciudad Satélite en esos años como zona conurbada de la Ciudad de México.
La película tiene un ritmo ágil y está rodada en locaciones que indudablemente resaltan su atractivo. Parte del largometraje se desarrolló en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México, considerado uno de los mejores del mundo, y en las ruinas de Palenque.
En la película se resaltan las versiones oficiales del suceso, que lo atribuyen a una sofistica – da banda internacional de ladrones de obras de arte –de unos 15 miembros–, para haber llevado a cabo semejante atraco.