Aunque la producción de cintas en nuestro país presenta buenos números, entre 150 y 170 películas al año, la gran problemática que enfrenta actualmente el cine nacional está en la falta de mayores y mejores canales de exhibición, “ese es un enorme inconvenientemente que es urgente resolver”, así lo aseveró el reconocido director Jorge Fons, quien este jueves recibirá la Medalla Cátedra Ingmar Berman 2018, que otorga la UNAM.
“Aunque el número es realmente grande e importante, pues pocos países tiene una producción así, el gran problema es que casi no se exhiben. Ante la falta de ventanas, la Cineteca Nacional tiene que hacerse cargo de buena parte de esa exhibición y muy pocas de esas películas entran una corrida comercial en las salas. Además, espero que con ese número importante de películas que se están haciendo anualmente, también crezca la calidad de nuestro cine”, señaló el destacado cineasta, quien está próximo a cumplir 80 años.
En entrevista con CAPITALMEDIA, el director de las reconocidas cintas Rojo Amanecer (1989), Los albañiles (1976) y El callejón de los milagros (1994), dijo que el aumento en la producción de filmes mexicanos en los últimos años refleja un síntoma de la buena gestión en la industria nacional; sin embargo, urgió en la necesidad de cambiar las condiciones de su exhibición.
“Es necesario que se dé un mayor apoyo a la exhibición, es decir, que se proteja este sector del cine mexicano, porque hay una desconexión muy grande entre lo que se produce y lo que llega a la gente. El público está muy metido con el cine de Hollywood y eso es una loza que está cargando el cine nacional”, consideró el realizador.
Llamó a las próximas autoridades encargadas de la cinematografía nacional a continuar con el apoyo que recibe el sector de la producción, pero reiteró que se debe trabajar con buenas ideas “para ver qué se puede hacer en el terreno de la exhibición, sobre todo, para que el cine mexicano tenga presencia y a su vez se realice un buen enlace con el público”, quien, dijo, sigue sin saber lo que se hace en el país.
Por otra parte, comentó que “los nuevos apoyos a la producción de películas han traído también problemas. Por ejemplo, es muy bueno que los empresarios participen en el financiamiento de una película mexicana —aunque con fondos que luego descuentan de sus obligaciones fiscales—, pero he escuchado que esos ‘inversionistas’ quieren también influir en los temas y el contenido de las películas, lo que es absolutamente dañino para el cine; ahora resulta que vamos a ver filmes de empresarios”, expuso.
“Este enlace productor/realizador ha sufrido serias modificaciones y es necesario sacar la lupa para ver qué está pasando ahí; hay que revisar si son ellos, los ‘inversionistas’, quienes han provocado esta avalancha de comedias bobas e intrascendentes que acaparan las pocas pantallas que se destinan al cine mexicano”, consideró Fons.
El tres veces ganador del premio Ariel, comentó que ante los tiempos de efervescencia democrática que vive el país, “el cine nacional debe aprovechar el momento para contar mejores historias que reflejen en la pantalla esa realidad de cambio, y no limitarse a realizar pésimos remedos de comedias románticas, que más parecen infomerciales de dos horas de duración”.
El también director de las telenovelas Yo compro esa mujer y La casa al final de la calle, puntualizó que “las historias se multiplican y los tema pululan por todos lados, eso se debe a que se siente un cambio interesante en la sociedad y eso debe motivar a contar innumerables historias y temas que están ahí. Es necesario que sean aprovechados, que salgan a la luz y acompañen a la sociedad en esta nueva etapa que parece que se está dando”.