El actor tenía como propósito incluir estos artículos en una subasta para recaudar fondos que serían destinados a su fundación, entre los cuales destacaban el Oscar que Marlon Brandon ganó en 1973 por su papel en el Padrino, dos cuadros: uno pintado por Basquiat y otro por Picasso, y una fotografía de Diane Arbus.
Supuestamente la compañía que produjo el filme compró estos regalos con dinero lavado de Malasia.
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En julio de 2017, las autoridades de Estados Unidos anunciaron una ofensiva judicial para recuperar cientos de millones de dólares de fondos públicos desviados por Malaysia Desarrollo Berhad. El Departamento de Justicia de Estados Unidos en colaboración con la Reserva Federal pretenden congelar todos los bienes asociados con el fraude.
A pesar de no haber una acusación formal, se teme que la fundación del actor haya recibido múltiples donaciones económicas del empresario malasio Jho Low, principal sospechoso de blanquear más de 400 millones de dólares.
Desde que comenzaron las investigaciones, Leo ha estado muy abierto a cooperar con la justicia y a devolver todo lo que sea necesario con tal de limpiar su nombre.