Aunque el cine negro o film noir es un género cinematográfico que se desarrolló principalmente en Estados Unidos y Francia, durante la años 40 y 50, en nuestro país cintas como Mientras México duerme, Cuatro contra el mundo, Distinto amanecer, La otra o La noche avanza representaron fielmente los elementos que caracterizan a este tipo de cine, es decir, historias que giraban alrededor de temas delictivos y criminales, una fotografía en blanco y negro con altos contrastes, una predominante utilización de sombras y zonas de oscuridad, además de presentar un fuerte contenido expresivo y una característica estilización visual que en ningún momento pretendía hacer sentir al espectador de que habría un final feliz.
Es por ello que para conocer más de cerca este género en México, el reconocido crítico de cine Rafael Aviña se dio a la tarea de realizar una ardua, profunda y larga investigación de varios años al respecto, resultando en su más reciente publicación titulada Mex Noir, Cine policiaco mexicano, libro que aborda con gran seriedad este género cinematográfico dentro de nuestro país.
“Lo que busco con este libro es dar a conocer que realmente existió un cine sumamente importante como éste, el cual fue menospreciado en su momento, aunque muchas de estas películas se revalorizaron años después. Justamente, fue el festival de cine de Morelia, junto con la Cineteca y también la Filmoteca, quienes revalorizaron este género y cine”, abundó en entrevista el investigador cinematográfico.
El también escritor y guionista sostuvo que la idea del texto es mostrar, más allá de los dramas de cabaret o policiacos, que existió un tipo de cine que “ofreció alternativas complejas, inteligentes e incluso hasta poéticas hacia temas de pasión desbordada, sexualidad anómala, criminalidad, obsesión por el pasado, venganzas y pulsiones eróticas”, todo reunido en el cine negro policiaco. Aviña comentó que el cine negro mexicano encontró cabida durante el periodo del alemanismo, entre 1946 y 1953, cuando creció la inversión extranjera y nació un México más nocturno, donde se abrieron más cabarets y con ello se dio pie a la llegada de las rumberas.
“Todo eso fue el antecedente para que el cine reflejara un poco este México nocturno, pero en la medida que creció la inversión y la urbe se modernizó, con Miguel Alemán, en esa misma medida creció el hampa, la delincuencia y corrupción. Entonces, todas estas películas de ese entorno policiaco terminaron haciendo, justamente, este estilo llamado el Mex Noir o cine negro policiaco”, explicó el también autor de ¡Aquí está su pachucote… noooo!(biografía fílmica de Germán Valdés “Tin Tan”).
Comentó que al igual que el cine negro estadounidense, el Mex Noir presentó una moral ambigua de los personajes, “no sabemos si los buenos son malos o si los malos son buenos”, existe un ambiente de corrupción social muy grande y, sobre todo, son “historias de mucha pulsión sexual con mujeres fatales y hombres que son arrastrados por estas mujeres”, además de que muchas de las cintas estuvieron basadas en hechos delictivos reales.
“El director que hizo más películas y se reconoce como el máximo creador y representante del cine negro policiaco es Roberto Gavaldón con cintas como: A la sombra del puente; La otra (con Dolores del Río); La diosa arrodillada (con María Felix); En la palma de tu mano (con Arturo de Córdova y Leticia Palma), entre muchas otras”, detalló sobre el género.
Sobre el libro y la investigación refirió que abarca desde la cinta La banda del automóvil gris, de 1919, e incluso algunos antecedentes de esa época y llega hasta principios de los años 60.
“Este cine negro policiaco de los 40 y 50 obedece a ese México, digamos, relativamente más ingenuo, donde la ciudad estaba catapultándose y creciendo en modernidad.
Aunque después del 60 todo eso cambió”, puntualizó el investigador.