Los astrónomos que buscan posible vida extraterrestre podrían concentrarse en una pequeña estrella cercana.
Así lo manifestó el lunes un equipo con dirección belga que descubrió tres planetas del tamaño de la Tierra en órbita de una estrella enana a apenas 40 años luz de distancia.
Es la primera vez que se detectan planetas en torno de ese tipo de estrellas y los científicos consideran que el descubrimiento abre nuevo territorio en la búsqueda de vida fuera de nuestro planeta.
Como esta estrella está tan cercana y es tan poco luminosa, los astrónomos pueden estudiar la atmósfera de los tres planetas y, eventualmente, buscar indicios posibles de vida.
Es una combinación propicia para buscar rastros químicos de vida fuera de nuestro sistema solar, afirmó Julien de Wit, investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts, coautor del estudio publicado en la revista Nature.
Un telescopio belga en Chile permitió el descubrimiento. Los científicos están haciendo observaciones atmosféricas con el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA y el Telescopio Espacial Hubble se unirá a la búsqueda la semana próxima.
La estrella en cuestión, llamada Trappist-1 por el nombre del telescopio en Chile, tiene apenas el tamaño de Júpiter y está en la constelación de Acuario.
Otras búsquedas de exoplanetas han abarcado estrellas más grandes y brillantes como el Sol, pero en esos casos la luz estelar puede ser tan brillante que impide comprobar la presencia de planetas en órbita, pero las estrellas enanas que emiten luz infrarroja, como Trappist-1, facilitan la observación.
Astrónomos de la Universidad de Lieja en Bélgica —los autores centrales del estudio son Michael Gillon y Emmanuel Jehin— construyeron el telescopio Trappist para observar 60 de las más cercanas estrellas enanas superfrías.
El esfuerzo dio sus frutos, afirmó de Wit en un correo electrónico.
“Los sistemas en torno de esas estrellas diminutas son los únicos lugares donde podemos detectar la vida en un exoplaneta del tamaño de la Tierra mediante nuestra tecnología actual”, explicó Gillon en una declaración. “Por eso, si queremos hallar vida en otras partes del universo, aquí es donde tenemos que empezar a buscar”.
Los dos exoplanetas internos tardan entre 1,5 y 2,4 días en orbitar la estrella Trappist-1. Se desconoce el período orbital del tercer planeta pero es de entre 4,5 y 73 días. Esto significa que esos planetas están entre 20 y 100 veces más cerca de la estrella que la Tierra del Sol, señaló Gillon.
Los astrónomos efectuaron sus observaciones el año pasado.
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