Hace años que ver un cielo estrellado es prácticamente un lujo. Los centros urbanos han vuelto casi imposible mirar al cielo y apreciar constelaciones, lluvias de estrellas, y otros fenómenos naturales. Es por eso que los viajeros se desplazan a destinos donde puedan entrar en contacto con la naturaleza de manera más directa.
Las lluvias de estrellas, eclipses, cometas y apariciones de otros planetas de la galaxia, son la nueva tendencia de viajes llamada Astroturismo.
La plataforma dedicada a la oferta de alojamientos, Airbnb, explicó que detectó un crecimiento en este tipo de viajes, ya que el año pasado más de 50 mil huéspedes de 26 países viajaron a Estados Unidos para contemplar un eclipse total de sol.
Mientras que México es el segundo país de América Latina con más hospedajes que hacen referencia a temas astrales, con más de 280 alojamientos de este tipo.
Añadió que otros destinos de Astroturismo son Antofagasta, Chile; La Palma, España; Kiruna, Suecia; Yarmouth, Canadá; Muriwai en Nueva Zelanda; el desierto en Joshua Tree, Estados Unidos; Tenerife, España; y Kailua Kona en Hawaii.
La plataforma expuso que en México hay lugares en los que es posible observar las estrellas, identificados por la Fundación
Starlight, como el Parque Nacional San Pedro Mártir en Baja California, donde se encuentra el Observatorio Astronómico Nacional a más de dos mil metros sobre el nivel del mar.
Además del Wirikuta en San Luis Potosí, que se considera un espacio sagrado de la cosmogonía huichol ya que, según sus creencias, es donde ocurrió la creación del mundo.
Otro de los sitios es la Sierra Negra, Puebla, que se encuentra en el Parque Nacional Pico de Orizaba, donde descansa el telescopio más grande en su tipo en México, el Gran Telescopio Milimétrico.
Así como Xochicalco en Morelos, que desde tiempos prehispánicos fue un centro de observa- ción importante. Hoy en día aún se percibe la enormidad y misticismo que envuelve el estudio y contemplación de los astros, detalló.
Con el incremento de personas buscando actividades relacionadas con los astros, la oferta de experiencias y alojamientos relacionados con esta temática ha aumentado considerablemente.
La mejor opción para observar una noche estrellada se compone por dos factores principalmente, una buena locación alejada del bullicio generado por las junglas urbanas y un lugar cómodo para disfrutar del cosmos.
Cielo limpio, escaso
Pero en la observación al ojo des- nudo actualmente se plantean algunos obstáculos que los observadores de la antigüedad no tenían. Aunque conocemos la situación de muchos de los astros y planetas en el cielo, su observación se complica por la contaminación lumínica y atmosférica.
El Instituto de Astronomía de la UNAM define a la contaminación lumínica como el flujo luminoso proveniente de fuentes artificiales de luz que provoca el aumento del brillo en el cielo, disminuyendo la visibilidad de los cuerpos celestes y, sobre todo, altera los delicados equilibrios naturales tanto para animales, como humanos.