El ser humano depende de la electricidad, ya que prácticamente las mayoría de las actividades que realiza de manera cotidiana dependen de ella, sin embargo, su producción por medio de fuentes termoeléctricas convencionales contamina cada vez más el planeta al generar gases de efecto invernadero (GEI).
Ello, sin mencionar que este método depende de los hidrocarburos, que desde hace algún tiempo han comenzado a escasear.
Ante el problema, surgen las energías renovables como la mejor solución posible, desafortunadamente, el desconocimiento de que es posible y conveniente hacer la reconversión de un sistema a otro ha provocado que continúe la dependencia de los hidrocarburos.
Al respecto, Jesús Antonio del Río, director del Instituto de Energías Renovables (IER) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sostuvo que las fuentes de renovables de energía son más baratas que las fuentes termoeléctricas convencionales.
En un comunicado del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), el especialista dijo que “la reforma energética abrió la oportunidad para que cualquier persona pueda generar su propia energía, y no sólo eso, sino venderla. Esta es una probabilidad que debemos tener y preservar en todo el país.
“La posibilidad de generar la propia energía es, políticamente, muy importante porque ya nos olvidamos de una forma centralizada de resolver el problema de la energía”, explicó el investigador.
Esto no aplica sólo a lo personal sino también en lo regional, por ejemplo, dentro de las iniciativas para instalar nuevos sistemas de alumbrado público que reduzcan la contaminación lumínica.
También se ha sugerido que las nuevas lámparas funcionen a base de paneles solares, un cambio que podría parecer caro al principio pero que a la larga rendirá frutos en las bajas de gasto y contaminación.
“Cuando nosotros como personas nos fijamos en el largo plazo, entonces las soluciones en energías renovables son más adecuadas”, afirmó el experto.
México aún no es líder en la producción de ninguna fuente renovable de energía, sin embargo, tenemos todo lo necesario para serlo, indicó Del Río, quien explicó que el territorio nacional tiene posibilidades para generar 5.5 kWh/m² de energía solar al día, así como grandes litorales para producir energía eólica y oceánica.
Los desechos orgánicos son una alternativa más, las zonas de Querétaro y Guanajuato ya cuentan con ranchos que son sustentables y que tienen producción de bioenergía a base de excremento de animales.
Según datos de Sistema de Información Energética (SIE) de la Secretaría de Energía (SE), en 2016 México se gastó poco más de 14 mil 400 millones de pesos del Producto Interno Bruto (PIB) nacional en el consumo de energía eléctrica.
El investigador mencionó que “una de las bondades de las energías renovables es que son muy diversas, y nos permite adaptarlas a cada lugar”.
“Necesitamos estudiar para ver cuál es la mejor opción en cada espacio; eso dificulta las cosas para los técnicos, porque no es conveniente dar soluciones únicas para todo el país, depende de la región, de los recursos, de los usos que le van a dar, y eso requiere personal más capacitado”, apuntó.
Jesús Antonio del Río agregó que gracias a esas nuevas necesidades técnicas, las energías renovables van a aumentar el empleo, pero en empleo de alta calidad.