El boom del aceite de coco no sólo llegó con todo en la cosmética sino que también su repentino auge incentivó su consumo, y lo convirtió en el principal ingrediente de las dietas orgánicas.
Muchas celebridades fueron las principales promotoras de sus propiedades entre las que destacaban que además de acelerar el metabolismo, mejoraba la función cerebral, aumentaba el colesterol bueno, daba energía entre otros beneficios.
Sin embargo, una conferencia que se viralizó en Internet puso en duda su uso, pues una epidemióloga de Harvard T. H. Chan School of Public Health, Karin Michels lo catalogó como puro veneno.
Es aquí cuando los consumidores les surge la duda ¿qué es mejor para la alimentación saludable el aceite de coco o el de oliva?
De acuerdo con la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por su sigla en inglés) es mejor cocinar con aceite de oliva que con de coco pues una cucharada del segundo contiene seis veces más grasas saturadas, casi el límite de los 13 gramos recomendados para la ingesta diaria.
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Las grasas saturadas se relacionan directamente con altos índices de colesterol malo, el cual aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Por el contrario, las grasas monoinsaturadas del aceite de oliva, si se consumen moderadamente, tienen un efecto más positivo en el corazón.
Sin embargo, a pesar de esto el aceite de coco es una mejor opción que otras fuentes de grasa saturada, en especial si se utiliza en lugar de la mantequilla o la grasa para preparar alimentos horneados.
En pocas palabras, si lo que buscas es una mejora en tu salud y bienestar, el aceite de oliva es la mejor opción para cocinar, basta saber con que es el ingrediente principal de la comida mediterránea, una de las más saludables que existen.
AG