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Te levantas con la idea de hacer algo, sales de la habitación y ¡BOOM! olvidas a donde ibas o lo que harías. No se trata solamente de distracción, en realidad esto es más común de lo que te imaginas y la ciencia ya tiene una explicación para ello.
El motivo de que esto nos ocurra es por qué nuestro cerebro al cambiar de entorno enfoca su atención en la actividad nueva, dejando en segundo plano a lo que teníamos pensado hacer. A diferencia de lo que pensábamos, los seres humanos no podemos concentrar nuestra atención en diversas actividades a la vez y es por ello que ocurre el llamado Efecto Umbral.
Esta sensación de reseteo en nuestra memoria demuestra que nuestro cerebro almacena más fácil recuerdos situados en una misma habitación y al momento de cambiar de lugar, es como si se reiniciará nuestra memoria.
¿Cuántas veces no nos hemos dirigido a la cocina y al abrir el refrigerador no recordamos por qué íbamos?
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